Profesionales al LÍMITE

Nuestros y nuestras profesionales sanitarios están al límite. Al límite de su salud, al límite de la defensa de sus derechos profesionales, y al límite de fuerzas para mantener la calidad asistencial de la Medicina pública, denostada y desmantelada por los representantes políticos que deberían gobernarla.

La pandemia de COVID-19 y los esfuerzos para atender a los pacientes, en hospitales y Atención Primaria, han puesto al límite de sus fuerzas a las y los profesionales de Enfermería, Medicina, Auxiliares de enfermería o Técnicos sanitarios, han supuesto el 97% de todos los accidentes laborales por COVID 19 en jornada laboral con baja médica en Catalunya de Enero de 2020 a Junio 2022. Tal como vemos en la tabla adjunta de 14.384 profesionales que recibieron baja laboral, el 79 % de los profesionales han sido mujeres. Todavía desconocemos cuántas de estas bajas laborales están actualmente afectadas de Covid Largo y continúan sin haber podido reincorporarse al trabajo. Si el sistema sanitario necesitaba ya una reorganización y la dedicación del 25% de su presupuesto a Atención Primaria, antes de la pandemia, la situación ha empeorado y arrastra una escasez continuada de Médicos de familia, con cada vez menos tiempo y más pacientes que atender. 

Pero a los problemas estructurales generales de la Sanidad, la Comunidad de Madrid añadió el cierre de las urgencias ambulatorias urbanas, durante la pandemia, que han permanecido sin dar atención al público por más de dos años. Y bruscamente. Sin diálogo y sin consultar a los profesionales y a sus representantes, el gobierno de Ayuso, quiere tapar sus carencias de un plumazo, y ha querido hacer ver que se abren los centros de urgencia a base de las y los profesionales que trabajaban en los servicios de atención rural. Este ha sido el detonante de un levantamiento sin precedentes de las y los profesionales de la Comunidad de Madrid y de la ciudadanía maltratada y mal atendida. La masiva manifestación del 13 de Noviembre confirma que también las ciudadanas y ciudadanos de Madrid han llegado al límite. El intento de sustituir actos médicos por pantallas, y unidades móviles sólo con enfermeras, ha  sido la gota que ha hecho rebosar el límite del vaso de la indignación ciudadana.  

En palabras de la Dra. Mar Rodriguez Gimena médica de familia en el CAP de Buitrago de Lozoya ( zona Norte de la Comunidad de Madrid) y portavoz de la Plataforma de servicios de Atención Rural (SAR) de Madrid, “ como no han querido contratar más profesionales han decidió utilizar los SARs como vivero para abrir los 80 centros de urgencias. No se pueden abrir 80 centros con el personal de 40”. Desde que el plan se empezó a implantar de un 525 a 80% de centros de urgencia no tiene médico cada día, y el caos se intentó tapar con atención de una enfermera y videollamada. La rebelión tiene causa, “ El cambio de las condiciones laborales, la pérdida de calidad asistencial y la inseguridad con la que hemos de afrontar las emergencias han sido los detonantes”. A las malas condiciones de trabajo se une el “tipo de contrato que se ofrece, la precariedad y la inestabilidad, y los profesionales se van” denuncia la Dra Rodriguez Gimena. Según datos de la misma gerencia de Atención Primaria de Madrid de los 200 médicos y médicas que hicieron la residencia en la comunidad de Madrid, sólo 20 solicitaron alguna de las 98 plazas que se ofertaban. No sirven por lo tanto excusas de que faltan profesionales, algo se hace mal en la Comunidad que menos invierte en Atención primaria en España ( sólo un 10 % de su presupuesto), mientras se alienta al consumo de alcohol, y se habla de una falsa libertad, que cae en el libertinaje, si además se hunde a los propios profesionales de medicina, enfermería, administrativos en la miseria. Con acusaciones muy graves contra ellos por parte de la presidenta de la Comunidad como “boicoteadores o gandules”, aviva el conflicto contra las y los profesionales, que han comprometido sus vidas y su salud, y han de afrontar cada día la atención y contención de una población angustiada y dolorida. En lugar de gobernar, ha conseguido superar todos los límites de irresponsabilidad de una gobernante política en el área tan sensible de la sanidad.  

Y por si fuera poco el acoso y derribo de la calidad de la Sanidad Pública, el reciente Conseller de Sanidad en Catalunya, Dr. Balcells, comunicó sin ambages en su primera comparecencia en el Parlament de Catalunya, que, en aras de una supuesta modernidad, hemos de acabar con la relación longitudinal entre profesionales de la medicina y enfermería y pacientes. Probablemente no conocía las recientes publicaciones (estas sí modernas) en las que se ha demostrado que 15 años de relación entre médicas o médicos y pacientes proporcionan una disminución del 25% en las tasas de mortalidad, un 28% de las hospitalizaciones y un 30% de las consultas en los servicios de urgencia. Desmantelar la relación continuada con los pacientes, ha contribuido a crear una alta indignación entre las y los profesionales de Atención Primaria en Catalunya, al límite de su paciencia, por la falta de recursos y por la falta de reconocimiento de su tarea de acompañamiento a la salud bio-psico social de la población atendida. Profesionales al límite a los que debemos demostrar toda nuestra solidaridad.

Carme Valls Llobet

Endocrinología, Médica de Perspectiva de Género

Médica Endocrinología, especializada en Perspectiva de Género. Directora Programa Mujeres, Salud y Calidad de Vida. CAPS