Afganistán – La mentira de la moderación
Sabemos que el viejo patriarcado goza de buena salud en casi todo el mundo aunque se esfuerce por adaptarse en formas sutiles en países de fuerte musculatura democrática. Aun sabiéndolo, en el ideario común, tendemos a asociar países económicamente fuertes como Japón, Estados Unidos o Noruega con gobiernos civilizados, con amplios derechos reconocidos -humanos, laborales, sociales-, y ya que estamos, con su justa equiparación en igualdad de género.
Sin embargo, la realidad demuestra que por su natural capacidad de supervivencia, el patriarcado empatiza y confraterniza sin complejos tanto con países ricos como con aquellos en vía de desarrollo o en conflicto, incluso con esos históricamente enfrentados en el ámbito político. Queda así la desigualdad de género que une y equipara a todos como países villanos en su particular violencia, capacidad de sometimiento y explotación de las mujeres.
Un año después de la toma del poder por los talibanes, no queda nada por prohibir
Lejos ya del foco mediático de agosto de 2021 tras el abandono de las tropas internacionales de Afganistán, se han desvanecido por completo las escasas esperanzas de ver la promesa de que los derechos de las mujeres y las niñas sean conservados por parte de los talibanes una vez asentados en el poder.
¿Qué fue de las promesas de políticas moderadas?
Poco trasciende porque los focos están en otras guerras y Afganistán ha quedado muy atrás.
Hablemos de lo que sabemos
Hechos
- Derechos de la mujer. “Las mujeres van a ser muy activas en la sociedad, pero dentro del marco del Islam”. Dentro de ese marco, se les permitiría trabajar y estudiar (portavoz de los talibanes, Agosto 2021)
- Educación de las niñas. Sólo se autoriza la educación primaria a las niñas. El pasado 15 de septiembre, el gobierno talibán ordenó la reapertura de escuelas secundarias… solo para chicos. La excepción son dos provincias del norte, donde las familias se movilizaron y consiguieron el acceso a estudios secundarios para sus hijas tras arduas negociaciones y la mediación de líderes locales.
En otras provincias, se ha creado una red de escuelas clandestinas para niñas, con profesoras voluntarias, liderada por Pashtana Dorani, una activista y profesora de la ONG Learn Afghanistan,. Igual que en la era talibán post soviética. - El Ministerio de la Mujer ha sido eliminado e irónicamente refundado como Ministerio de Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio, aunque todas las funcionarias han sido despedidas. Será porque las mujeres son de poco fiar.
- Cierre de todas las casas de acogida para mujeres maltratadas. No se sabe dónde fueron, ni cómo quedarán protegidas de sus agresores sin red de protección ni justicia que las ampare. Cabe recordar que muchas de ellas son niñas casadas a la fuerza cuya vida corre gran riesgo por la deshonra de huir de casa del marido.
- Acceso al trabajo inexistente. El Ministro de Desarrollo Rural afgano anunció este pasado septiembre que la muy esperada vuelta de las mujeres al trabajo “se pospone” hasta tener preparado un mecanismo adecuado para guiar cómo deben trabajar. Quedan excluidas de la prohibición unas pocas médicas en hospitales dónde solo van mujeres.
- El riesgo de manifestarse. Las mujeres que osan salir a la calle a reivindicar trabajo, educación y libertad, son atacadas y tiroteadas por las fuerzas del orden. A diferencia de Irán, estaría aún peor visto si fueran acompañadas de hombres aunque fueran sus maridos.
- Fuera de casa, solo pueden salir acompañadas de un varón adulto de la familia, con velo(bien puesto) o burka.
Sobre la seguridad de las mujeres, se dijo, «Hoy, las mujeres están seguras en Afganistán» (Primer Ministro talibán, septiembre 2021) “Estará prohibido obligar a las mujeres a casarse”.
Hechos
- Matrimonio infantil y forzado. Aunque no existen estadísticas actualizadas, el matrimonio infantil -y la venta de niñas- aunque ilegal, no solo es una práctica tradicional muy arraigada en Afganistán desde siempre sino que, muy probablemente haya aumentado exponencialmente en todo el país, debido a la pobreza extrema, la carencia de alimentos y la falta de acceso a medicinas de la mayoría de afganas/os.Así, vender a las hijas a veces pre púberes, es el último recurso de supervivencia de muchas familias, y como decía Dorani, arriba citada en referencia a la promesa de los talibanes sobre la prohibición del matrimonio infantil y forzado, “Hasta el momento, las mujeres se siguen casando en contra de su voluntad”. De hecho, “los talibanes están obligando a las niñas a casarse con ellos.”
- La inseguridad persiste. Con los talibanes en el poder los atentados en la capital y en todo el país han seguido perpetrándose contra objetivos civiles, en mezquitas, centros escolares, hospitales, no ya por los talibanes (que se sepa) sino por el Daesh y el Estado Islámico (EI), amparados o tolerados por los talibanes, ya que las principales víctimas pertenecen a la perseguida minoría Hazara –chiítas. De eso tampoco se habla en nuestros telediarios, debe considerarse un asunto doméstico más.
- Libertad de expresión. El Gobierno talibán ha dictado una ley por la cual todas las manifestaciones y concentraciones quedan prohibidas. Así, protestar pacíficamente contra las restricciones impuestas contra las mujeres, conlleva peligros tales como amenazas, asedio, arrestos arbitrarios, desapariciones y torturas.
Prensa y comunicación. Desde la toma de poder de los talibanes, el 70% de los medios de comunicación han cerrado o están amenazados, 32 periodistas han sido detenidos, 2 fueron detenidos y torturados por cubrir manifestaciones de mujeres y ha sido declarado ilegal publicar noticias “contra los intereses nacionales».
Hechos: El opio que da de comer.
El cultivo de la amapola de opio es, actualmente, la única cultura floreciente en Afganistán. Su producción aumentó un 32% en 2022, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDC). Esto pese a la promesa talibán de total erradicación en abril de 2022. La promesa quedó sin efecto, por la falta de cultivos alternativos que proponer a miles de familias, que sobreviven gracias al cultivo de la amapola. Se espera la época de las nuevas siembras -noviembre 2022- para comprobar si el gobierno talibán va a seguir ”perdonando” el pecaminoso cultivo agrícola más rentable del país. Por otro lado, no se considera pecado producir mientras no se venda a otros afganos o musulmanes. Por el contrario, el consumo de heroína y de “cristal» se ha disparado en Afganistán y afecta cada vez más a familias enteras y a mujeres. Un artículo reciente del País relata la escalofriante situación actual de un programa dirigido a mujeres adictas a la heroína y sustancias derivadas .
Hace falta saber y monitorear
- Las formas e incidencia de la violencia intrafamiliar y sus consecuencias, particularmente en los casos de matrimonios infantiles, donde las represalias y la violencia extrema, las ejercen el cónyuge junto a otros familiares.
- El aumento del tráfico humano de venta de niñas-novias a cambio de dote, trueque de deudas entre familias, y también de prostitución encubierta y forzada por la falta de redes de protección social.
- El esperado aumento de la morbi-mortalidad de la población en general, de la malnutrición infantil, y en relación con la salud reproductiva de las mujeres, por la escasez de mujeres profesionales de la salud en hospitales y recursos para acceder a medicamentos, anticonceptivos y abortos sin peligro para la vida de las mujeres.
- El probable aumento de suicidios, sobre todo entre mujeres y niñas cuyo destino roto y sin esperanzas, arrastra una notable cantidad de problemas en salud mental debido a décadas de guerra, violencia, inestabilidad y pobreza. En 2019, un informe del Ministerio de Salud afgano aludía al alarmante aumento de suicidios y tentativas de suicidios entre niñas y mujeres de 15 a 29 años, alcanzando 10.000 casos en cuatro años, o una media de 2.500 suicidios al mes.
Las mujeres no van a la guerra, ni la deciden, solo huyen de ella cuando pueden, pero las batallas siempre se libran sobre sus cuerpos, su dignidad y sus derechos.
- Recogido del Informe de HRW https://www.hrw.org/world-report/2022/country-chapters/afghanistan
- pashtana-dorani-la-mujer-que-desafia-a-los-talibanes
- Elpais.com/2022-10-0 masmujeres-drogodependientes-en-afganistan
- La edad legal para casarse es 16 años para las chicas y 18 para los chicos
- https://www.dw.com/es/cultivo-de-opio-crece-un-32-en-afganist%C3%A1n-tras-regreso-talib%C3%A1n/a-63611859
- https://elpais.com/planeta-futuro/2022-10-07/cada-vez-hay-mas-mujeres-drogodependientes-en-afganistan-por-dos-o-tres-euros-consigues-cristal.html