La salud sexual de las mujeres con transtorno mental severo

El objetivo de este texto es poder reflexionar sobre la invisibilización de la salud sexual de las mujeres con trastorno mental severo (TMS). En este sentido, considero importante poner palabras para designar a un colectivo que ha sido estigmatizado durante siglos a lo largo de la historia por doble condición: ser mujer y estar loca. Antes de empezar, señalar que utilizo la palabra loca no de manera despectiva, sino reivindicativa.

El estigma en salud mental

En todo caso, será necesario a priori hablar del estigma, teniendo en cuenta la asiduidad con la que se atribuyen cualidades negativas y despectivas a las personas que tienen algún tipo de problemática relacionada con la salud mental. Pues según obertament.cat, hasta un 80,1% de las personas con un problema de salud mental en Cataluña han sufrido discriminación y estigma. El 40,6% lo han sido en un servicio de la red de salud mental. En ese sentido, hay que señalar la necesidad de revisión de los profesionales que trabajamos en este ámbito para ser conscientes de cómo puede afectar de manera negativa el estigma y qué aspectos personales es necesario revisarnos, fruto de vivir en una sociedad capacitista, heteropatriarcal, racista y homófoba, entre otros.

Sexualidades, mujeres y TMS

Abordar el tema de la sexualidad en este colectivo es a la vez un tabú y una urgencia. Cuando hablamos de TMS, la definición con más consenso se refiere a trastornos psicóticos y de personalidad graves, con una duración de la enfermedad y tratamiento superior a dos años y presencia de discapacidad (Vila Pillado, L. y col., 2007).

En primer lugar, creo que es interesante tener en cuenta la vivencia de la sexualidad de las mujeres con TMS considerando la subjetividad de cada una de ellas desde un marco de los derechos humanos y sexuales y desde una perspectiva de género. Sabemos que la sexualidad no sólo tiene que ver con la realización del coito y que está presente en nuestra vida desde que nacemos. Asimismo, la sexualidad también es: autoestima, género, orientación sexual, identidad, afectos, deseos, placeres, relaciones libres de violencia, etc. y contemplar todas estas vertientes puede ayudar a la mejora de la calidad de vida de estas personas. Además, la sexualidad también hace referencia a cómo se viven las personas como seres sexuados, que en ningún caso pueden dejar de serlo, independientemente de que mantengan o no una vida sexual activa. (Castaño. R, 2011)

Las supuestas anhedonias

Por otro lado, el abordaje de la salud sexual en personas con un TMS aquí en España es una de las dimensiones más olvidadas por los profesionales que trabajan con esta población, pues existen pocas publicaciones científicas que aborden esta temática; una de las justificaciones se apoya en la idea de que podrían ser consideradas como personas sin necesidades sexuales (López Delallave. A, 2019), además de las supuestas

anhedonias como criterio diagnóstico (dificultad para disfrutar de actividades que antes eran placenteras) y la toma de psicofármacos. Estas generalizaciones, pueden condenar su estado emocional al inmovilismo y la rigidez y parece que el tema es más complejo; los psicofármacos influyen y modifican la respuesta sexual, pero eso no implica no tener sexualidad. Pues nos podemos encontrar con casos de diferente índole: algunas presentan dificultades a la hora de sentir placer, en otras la dificultad se encuentra más bien en ser conscientes de ese placer, en otras, el problema tendría que ver con la desmotivación y desinterés por las relaciones sociales en general, hecho que puede influir con su deseo, y en otras, su sexualidad parece «intacta». Además, hay que considerar los aspectos sociales que tienen que ver con la vivencia de la sexualidad, así como los mitos asociados a ésta.

La cuestión es que cada caso es diferente y único y que hace falta profundizar más en el tema para sacar conclusiones. Sin embargo, es necesario aclarar que las personas con TMS si tienen sexualidad y es importante abordarla para una mejora en su calidad de vida, así como para prevenir los riesgos que comporta no tenerlo en cuenta.

La importancia del deseo femenino

Asimismo, parece que la sexualidad y el deseo de las mujeres con TMS aún es tenida menos en cuenta, si pensamos en la ocultación a la que se ha sometido la sexualidad femenina históricamente. A este fenómeno se les suma el rechazo a las mujeres de géneros disidentes y de orientaciones sexuales no normativas. Dicho de otra manera, tener un TMS y ser mujer puede suponer una mayor invisibilización de la propia sexualidad. Sin ir más lejos, en el DSM-V se ha eliminado el concepto de “deseo” de los trastornos de sexualidad de las mujeres y se ha modificado por falta de interés/excitación, con las implicaciones que esto supone. De hecho, el cambio en el diagnóstico es sólo para mujeres, ya que para hombres con poco deseo se los sigue diagnosticando de “Trastorno del Deseo Sexual Hipoactivo”. (Garriga i Setó, C., 2014)

A modo de conclusión

En definitiva, creo que es necesario el abordaje de estas cuestiones tanto a nivel psicoterapéutico, contemplando el estigma presente en los profesionales, como a través de programas de salud sexual, que incluyan una perspectiva de género y una intervención alejada de visiones falo y coitocentristas. Finalmente, quería compartir que en mi TFM realizo una propuesta de abordaje de estas cuestiones a profesionales y usuarios, con el propósito y la convicción de que es posible avanzar hacia un paradigma más humano y ético en el ámbito de la salud mental y la sexualidad.


Spora Sinergies i la Universitat Autònoma de Barcelona.(2016) El estigma y la discriminación en salud mental en Cataluña. Obertament.org

Vila Pillado, L.; Area Carracedo, R.; Ferro Iglesias, V.; Gonzalez Domínguez-Viguera, L.; Justo Alonso, A.; Suárez Sueiro, MJ.; López Ares, S.; Tuñas Dugnol, ML.:(2007) Trastorno Mental Severo. TOG (A Coruña). (5): p.52

Castaño, Rosario (2011) La terapia sexual, una mirada relacional. Colección pensamiento relacional, Ágora relacional, Madrid, España. p.27

López de la llave Rodríguez. A, Castaño Aguado. M y Pérez-Llantada Rueda M.C (2019) Evaluación de un programa de promoción de la salud sexual para personas con enfermedad mental crónica, Departamento de Metodología de la Ciencias del Comportamiento, UNED, Madrid, España

Garriga i Setó, Concepció (2014) La bondad y la ética del cuidado en la subjetividad femenina. Implicaciones del DSM-V para la sexualidad de las mujeres. Revista internacional de psicoanálisis.

Anna Miravete Manresa

Psicóloga General Sanitaria. Sexóloga @psicoannamiravete