INMIGRACION, PATERAS Y GÉNERO

Aunque los movimientos migratorios son inherentes a la condición humana y siempre han existido, su coexistencia
con fronteras, normas y leyes ha favorecido la aparición del término migrante irregular para aquella persona que no tiene autorización, permiso legal o estatus de refugiado como para entrar o permanecer en el país al que emigra1. Pese a que, desde 2013, Europa viene experimentado un descenso de la llegada de migrantes irregulares, este no ha sido homogéneo2, y se ha observado un uso variable de las diferentes rutas migratorias que acercan Europa a África u Oriente Medio en función de otros aspectos en juego (aumento de la vigilancia en ciertas zonas fronterizas, creación o perfeccionamiento de vallas y muros, cierre de fronteras provocado por la pandemia de la Covid19, relaciones diplomáticas y conflictos entre países…). Así, mientras algunas rutas -como la terrestre ceutí- han visto disminuida su actividad en este último año, otras -como la marítima canaria- han sido reactivadas3. Esta ruta canaria, en auge ya desde finales de 2019 y con 23.023 llegadas durante 2020 -incremento del 75,8% respecto a 20193-, conecta la costa sur de Marruecos (Tan-Tan, Tarfaya…) y la del Sáhara Occidental (El Aaiún, Dakhla…) con el archipiélago canario en 2-4 días de navegación en patera, zodiac o cayuco. Más raramente, las salidas son desde Mauritania, Senegal o Gambia, con el consecuente aumento de días de navegación y todos los problemas derivados de la escasez de alimentos y agua, del hacinamiento y la falta de higiene, etc4,5.

Pese a que los usuarios de las principales rutas migratorias que conectan, de forma irregular, ambos continentes han sido tradicionalmente hombres de entre 20 y 40 años, con escasa formación académica5, el perfil es cada vez más heterogéneo y se descubre, entre los migrantes, a personas con mayor formación académica5, así como un aumento progresivo de llegadas de mujeres, menores e incluso familias por estas vías4,5. De este último grupo, más vulnerable a nivel físico y psicológico, es imprescindible recordar que rutas irregulares o inseguras aumentan los riesgos de sufrir violencia basada en el género, incluyendo la trata de personas y la violencia sexual, como se discutirá en adelante11. Este cambio progresivo en el perfil del migrante lleva a plantearse si los protocolos de acogida actuales responden a las necesidades específicas de todos ellos, destacando especialmente a este último colectivo, no solo por los problemas por los que huyen de sus países, sino también por los que enfrentan durante el viaje y que requieren de un manejo aún más específico y dirigido si cabe6. Por ello, se han publicado recientemente interesantes artículos en los que se reflexiona, entre otros, sobre la necesidad de una atención de emergencia centrada en las mujeres migrantes irregulares llegadas a España en barcaza6, en los que se concluye que se hace indispensable contar con protocolos específicos para ellas -que aún no tenemos- y con personal con formación suficiente en género como para lidiar, no solamente con la hipotermia, las heridas, las quemaduras o los pie-patera, sino, y especialmente, con aquello de lo que más cuesta hablar: la violencia a la que se ven sometidas las mujeres tanto en sus países de origen como durante el tránsito migratorio irregular. El sistema de organización social patriarcal y, por tanto, desigual y discriminatorio11, instaurado de manera generalizada en el mundo, afecta a todas las mujeres en mayor o menor escala. La violencia derivada de esta estructura se ve reflejada en muchos países africanos con prácticas comunes como el matrimonio forzoso, la mutilación genital femenina, la exclusión de la educación formal, la violencia doméstica…y a ello se añade la pobreza (recordemos la feminización de la misma12, es decir, que las mujeres siempre son las más pobres), como otro ejemplo más de la violencia estructural a la que se ven sometidas, siendo estos algunos de los motivos que las empujan a migrar.

La ruta, para ellas, supone una fuente de violencia extrema en sí misma: se inicia con el reclutamiento, voluntario o no, en el país de origen. En ocasiones, bajo promesas engañosas, coerción y hasta secuestro. En otras, como única vía para escapar de un destino predeterminado8. Continúa durante el tránsito hacia la costa, a pie, en coche o en avión9, a través de diferentes países donde, algunas, han de vivir escondidas, clandestinas, sin poder comunicarse con sus familiares… pudiendo ser explotadas laboral y sexualmente, e incluso utilizadas como moneda de cambio en los controles policiales8. Durante el viaje en barcaza, en ocasiones ya embarazadas, afrontan la travesía con las mismas limitaciones en agua, comida, higiene… que el resto de ocupantes, añadiéndose las necesidades específicas de las mujeres en edad fértil y/o ya embarazadas8, y la nula seguridad o protección. Y culmina el viaje con la llegada a Europa, momento en el que muchas de ellas son asimiladas por la red de trata, donde se enajena ya el control de sus vidas, de su salud sexual y reproductiva, y donde se decide dónde se prostituirá, si utilizará (o no) algún método anticonceptivo y si, en caso de quedarse embarazada, continuará con el embarazo o terminará en un aborto clandestino8.

Durante el 2020, año de la pandemia por Covid19 y con un sistema sanitario español ya tensionado y debilitado, la reactivación de la ruta canaria y el gran número de llegadas, concentradas en unos pocos meses del año y con unos recursos alojativos escasos e insuficientes10, ha provocado todo tipo de vulneración de derechos humanos, tal y como recoge el último informe presentado por el Defensor del Pueblo7, que resalta también la necesidad de contar con protocolos adecuados y equipos multidisciplinares con formación en género, especialmente sensibilizados y entrenados en el abordaje y manejo de problemática de mujeres y menores migrantes irregulares, que incluya asimismo la identificación de posibles víctimas de trata, su adecuada información letrada, el despistaje de infecciones de transmisión sexual y de embarazos, su derivación a centros especializados…y todo ello en los espacios y el tiempo necesarios7,8. Para ello es prioritario mejorar la coordinación entre organizaciones no gubernamentales, las autoridades policiales (recordemos que las personas que irrumpen por vía irregular en nuestro país pasan las primeras 72h detenidas y bajo custodia policial7) y los diferentes proveedores de salud6.

En conclusión, la mujer migrante que utiliza una vía irregular para alcanzar otro país, en teoría, más seguro, está mucho más expuesta a sufrir violencia basada en su género que los hombres. Tanto si la ha sufrido previamente, como si la sufre durante el trayecto, los mecanismos de detección y atención posterior deberían funcionar a la perfección a fin de brindar la protección legal que merecen. Recordemos que la violencia física, sexual y psicológica contra ellas puede ser motivo de asilo en España cuando a que la persecución por género en su país de origen no hubiera sido correctamente atendida11. La violencia estructural, extendida por todo el planeta, continuará alentando a las mujeres a migrar por la vía que sea y es imprescindible, por tanto, promover políticas específicas con visión de género en los países receptores.


BIBLIOGRAFÍA:

  1. Glosario sobre migración, asilo y refugio. UNICEF. Disponible en:

https://www.unicef.es/sites/unicef.es/files/unicef-educa-GLOSARIOmigracion-asilo-refugio.pdf

2.Comunicado de prensa UE: ‘Últimas estadísticas de la migración: impacto de la Covid-19’. Enero 2021. Disponible en: https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/es/ip_21_232

3. Informe sobre Inmigración Irregular 2020. Ministerio del Interior. Disponible en:

http://www.interior.gob.es/documents/10180/11389243/Informe+Quincenal+sobre+Inmigraci% C3%B3n+Irregular+-+Datos+acumulados+desde+el+1+de+en ero+al+31+de+diciembre+de+2020.pdf/e5553964-675a-40d79361-5dbf4dfd3524

4. Migración en Canarias, la emergencia previsible. Informe CEAR. Marzo 2021. Disponible en: https://www.cear.es/wp-content/uploads/2021/04/Informe-CEAR_CANARIAS.pdf

5. Kassar H, Dourgnon P. The big crossing: illegal boat migrants in the Mediterranean. Eur J Public Health. 2014 Aug; Vol. 24, suppl 1:11-

Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/25107993/

6. López-Domene E; Granero-Molina J; Fernández-Sola C; HernándezPadilla JM; et al. Emergency Care for Women Irregular Migrants Who Arrive in Spain by Small Boat: A Qualitative Study. Int J Environ Res Public Health. 2019 Sep 6;16(18):3287. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31500213/

7. La Migración en Canarias. Informe Defensor del Pueblo. Mayo 2021. Disponible en: https://www.defensordelpueblo.es/wpcontent/uploads/2021/03/INFORME_Canarias.pdf

8. Jiménez-Lasserrotte MM; López-Domene E; Hernández-Padilla JM; Fernández-Sola C; et al. Understanding Violence against Women Irregular Migrants Who Arrive in Spain in Small Boats. Healthcare (Bassel). 2020 Aug 26;8(3):299. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32858816/

9. Vera, E. Mujeres, el rostro invisible de la inmigración en patera a Fuerteventura. Diario de Fuerteventura. Agosto 2020. Disponible en: https://www.diariodefuerteventura.com/noticia/mujeres-elrostro-invisible-de-la-inmigraci%C3%B3n-en-patera-fuerteventura

10. Siete claves sobre la ruta migratoria a Canarias. Informe CEAR. Octubre 2020. Disponible en: https://www.cear.es/siete-clavessobre-la-ruta-migratoria-hacia-las-islas-canarias/

11. Violencia contra las mujeres y protección internacional. Informe ACCEM. Junio 2021. Disponible en: https://mujeresrefugiadas.accem.es/violencia-contra-las-mujeres-y-proteccion-internacional/

12. Violencia estructural hacia la mujer. Programa Symetrias. Julio 2020. Disponible en: https://symetrias.com/violenciaestructural-hacia-la-mujer/ desarrolladas.

Ana Gonzalez Gonzalez

Médica de Familia

Silvia Lorenzo

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Maria Alonso

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Evelyn Fernandez

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