LA
IDENTIDAD DE LA PERSONA A NIVEL SUTIL O ELECTROMAGNÉTICO:
DOLOR MUSCULAR TORÁCICO Y APORTACIÓN DEL YOGA KUNDALINI
<Gloria
Borrás-Boneu>
El Kundalini
Yoga es una técnica que permite vincular la unidad de lo
interno y de lo externo, del sentir y de los músculos, y
de vitalizar el estado de ánimo. Facilita recargar, electrificar
y equilibrar tu mente, tu cuerpo, así como conectarte y expresar
tu ser. El Kundalini Yoga está vinculado con la antigua Medicina
Ayurvédica, y llega a Occidente (EEUU) de manos de Yogi Bhajan.
Kundalini Yoga
se lleva aplicando en Estados Unidos para temas de salud desde los
años setenta por su acción integral sobre el ser humano
tanto a nivel físico, como mental y de energía vital.
Se han realizado tesis doctorales para demostrar positivamente el
efecto de su práctica sobre la autoestima y la confianza
tanto en personas sanas y como enfermas, y para ayudar a desenvolverse
entre los cambios.
Disponemos de libros del médico anestesista Dharma Singh
Khalsa: Rejuvenece tu cerebro, Manejar el dolor,
y Meditación como Medicina.
Mi propia experiencia
como médica ginecóloga y profesora de kundalini yoga
me ha llevado a aplicar el vínculo de Medicina y Kundalini
Yoga para temas de las mujeres, y en este sentido conduzco talleres
y realizo docencia sobre este tema.
A continuación
recomiendo unos ejercicios para la fibromialgia, tanto para el componente
de dolor en los puntos del tórax, como para soporte del proceso
inmunológico subyacente. Te invito a seguir este guión
para progresivamente movilizar el cuerpo, enfocar la mente, y expresar
la voz de tu propio sonido primordial, de tu identidad.
Estos ejercicios
se realizan en movimiento, en coordinación con el ritmo respiratorio,
aplicando la concentración o enfoque mental, combinado con
sonido.
Realiza una
vez la postura, cuando te sientas cómoda, lo alargas a tres
veces, después 30 segundos y en el futuro 1 minuto. Si puedes
hacerlo por tres minutos en movimiento, es que ya puedes pasar a
un conjunto de posturas, o kriya, menos suave.
La inspiración
es recomendable asociarla con la apertura de tórax, extensión
de la columna vertebral, o giro hacia la izquierda, y en la espiración
realizar la flexión, o el giro a la derecha.
Sigue las recomendaciones
previas y cuando te sientas cómoda amplia los ejercicios,
con cuidado, respeto y veneración hacia tu cuerpo y hacia
tu ser.
Ánimo...
CALENTAMIENTO
- Siéntate
sobre tu base de sustentación. Observa la zona de la
pelvis, de la cadera, que contacta con el suelo o con la silla.
Facilita que esta base esté la mayor parte de ella
apoyándose en el suelo de forma relajada. Utiliza almohadones
si precisas. También puedes estirarte, si te conviene
para tu espalda y hombros, pero manténte despierta.
Deja el peso y tranquila. Respira profunda y pausadamente.
- Sobre
la base de la cadera se apoya tu columna vertebral, tu tronco,
con la ayuda de la musculatura abdominal inferior y la musculatura
del suelo pélvico. Para relajar la musculatura de la
espalda te puedes ayudar de la musculatura del suelo pélvico
y de la zona del pubis, contráela y elévala
hacia arriba.
- Esto
te va a permitir mantenerte, sostenerte, relajando la espalda,
y el eje del cuerpo se irá colocando en el centro del
tronco, desde la cabeza hasta el tórax y la pelvis.
Utiliza tu ritmo respiratorio para guiarte, tu sonido en la
entrada y salida de aire.
- Facilita
que el tronco se incline discretamente hacia delante y que
la columna vertebral esté liberada de tensiones, sosteniéndote
en la musculatura del suelo pélvico y del pubis. Relaja
la zona de la nuca, llevando la barbilla hacia la garganta
y percibe como suavemente la zona cervical se relaja y se
estira. Al sacar el aire, en la espiración, relaja
y prolonga tu cuerpo desde la base de la pelvis, de tu raíz,
hacia el suelo y desde tu coronilla y cabellos hacia el techo
o el cielo.
- Progresivamente
en las respiraciones vas percibiendo como el aire va llegando
a todo el tórax y al abdomen, y hasta el suelo pélvico.
Cuando necesitas sacar el aire aprovecha y trabaja con la
musculatura desde el suelo pélvico y pubis, permitiendo
que el pubis suba y la espalda se estire progresivamente.
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POSTURAS
1.
Sentada, fricciona tus manos una con la otra. Date el tiempo
para percibir el aumento de calor, el cambio de sensaciones
en las manos, en su piel y sus músculos, entonces lleva
estas manos al centro del tórax. Permite que tus pulgares
toquen el centro del tórax, el esternón. Respira
profundamente percibiendo tu cuerpo, como el aire entra a
la parte interna de tu nariz, y se expande a las fosas nasales,
la base del cráneo, la garganta; como va entrando en
el tronco, los pulmones, el corazón y el abdomen.
En este
momento aprovecha la vibración de tu voz y emite sonidos
con las vocales “a” y “o”. En Kundalini
Yoga se cantan, nasalmente, las palabras “Ong Namo ”.
Siente la vibración de tus palabras en tu pecho, estás
agradeciendo la energía creadora infinita. Y en un
sentido más espiritual o intimista puedes añadir
“GuruDev Namo”, expresando el agradecimiento y
respeto hacia tu guía interior, el potencial infinito
interior.
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2.
En
esta posición lleva las manos a las piernas, a las rodillas
y percibe como en la inspiración puedes ir abriendo los
hombros y el tronco, ir estirando la espalda; mientras que en
la espiración redondeas la espalda. Mantén la
cabeza estable sobre tus hombros, para que llegue un flujo estable
de sangre al cerebro.
Respira y moviliza el tórax... y cantáte, por
ejemplo Sat Nam (agradezco la esencia verdadera). Tú
pones la velocidad. El movimiento, la energía dinámica,
en física, hace correr las máquinas;transforma
tu potencial en dinamismo a la velocidad que te sea posible.
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3.
Túmbate
en el suelo, descansa, separa los brazos, y sacando el aire
gira el tronco y lleva las rodillas hacia el suelo, hacia
un lado, e intenta girar la cabeza para mirarte la mano contraria.
Respira y estira en esta postura. Vuelve al centro y respira.
Luego, al sacar el aire lleva las rodillas hacia el lado contrario
de antes y gira la cabeza para mirarte la mano opuesta. Es
una buena postura de descanso, relaja y abre los hombros.
Puedes apoyarlos en almohadones si precisas. |
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4.
Incorpora lentamente el cuerpo de lado, luego al centro, y lo
último la cabeza. Sientate. Mueve tus hombros, levántalos
hacia las orejas con la inspiración y bájalos
con la espiración. Haz giros de cabeza, coge aire a la
izquierda y sácalo a la derecha. Relaja la nuca acercando
la barbilla a la garganta. |
5.
Siéntate o incluso descansa sobre los talones y levanta
los brazos, si puedes entrelaza las manos. Estira la columna.
Sat Nam. Espira con el ombligo hacia dentro, diciéndote
Sat, e inspira llenando el tórax y el abdomen, exclamando
Nam. Sigue tu ritmo respiratorio y de movimiento, dirigiendo
la atención o enfoque del sistema nervioso, Sat Nam.
A tu propio ritmo, las veces que puedas. Así vas moviendo
armónicamente la entrada y la salida de aire con la
concentración en la base de cerebro y la activación
muscular del tórax y abdomen. Cuanto más aire
consigas vaciar, mayor posibilidad habrá de que en
la siguiente inspiración entre más aire nuevo
para oxigenar y renovar los tejidos del cuerpo. |
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Este esquema
sigue un orden de apertura muscular consciente y progresiva. Cuídate.
Descansa cuando precises y al finalizar relájate unos 10
minutos escuchando una música agradable y que te descanse.
Gloria
Borrás-Boneu
Ginecóloga y profesora KY ([email protected])
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