Homenaje: Dolores Juliano, Adiós…

Querida Dolores, 

A pesar de nuestra conciencia acerca de la finitud, cuando nos vimos en Barcelona hace apenas dos semanas no nos despedimos pensando que era nuestro último encuentro. Ese era nuestro estilo. Ese día, cuando nos vimos, me regalaste dedicado con letra temblorosa (de la que nos reímos bastante) tu último libro, La magia de la razón. Memorias imaginarias de Cristina de Suecia. Ni más ni menos que una novela histórica. Eras una caja de sorpresas y, como digo, una estudiosa y trabajadora llena de curiosidad, hasta el final. 

Dolores, has sido una mujer sabia, de las que saben, y lo has demostrado incluso en la manera de marcharte, después de dar los buenos días a tu tribu, descansaste silenciosa y pacíficamente. Un retrato perfecto de ti, de tu estar en el mundo. 

Hoy, muchas mujeres y hombres en muchos lugares del mundo sentimos en nuestro corazón que te hayas ido, que no vamos a poder disfrutar de tu ingenio, de tu capacidad de darle la vuelta a las cosas, ofreciéndonos una mirada diferente y liberadora, llena de luz. 

Lloramos y sonreímos. Nos alegramos de haberte conocido, disfrutado, de haber formado parte de la legión de seres que gracias a ti hemos aprendido a ser más dúctiles, humanas, compasivas.  

Dolores, siempre tenías la pregunta adecuada para voltear la tortilla, el prejuicio, la respuesta fácil y tontorrona. Conversar contigo era una continua invitación al pensamiento crítico, a la lucidez, a lo evidente que estando delante de nuestros ojos no solemos ver. Ahí están tus libros llenos de saberes, travesuras, conocimiento, para que no olvidemos. Gracias por tan rico legado.

Anna Freixas y Dolores Juliano

Has sido una trabajadora infatigable, toda la vida. Cuando vivías en Argentina y estudiabas, trabajabas, criabas, hasta que el compromiso político y el dolor insoportable te trajo a Barcelona. Cuando llegaste a un país y una ciudad desconocida y de tu esfuerzo indesmayable dependía tu familia. Luchaste para que cada uno encontrara su camino, lo hiciste con perseverancia de loba y amor de madre. 

Todo partiendo de un cuerpo con una salud frágil al que trataste con cuidado, pero sin contemplaciones tibias.

Punto y aparte merecen los años de tu vida en Barcelona ciudad, después de los largos años en Castelldefels. Fuiste muy feliz en el piso/comunidad que te ofreció Verena Stolke de quien siempre me decías que estabas profundamente agradecida por su generosidad y amistad. Me mostrabas orgullosa tus plantas, los comederos que habías instalado para los pájaros, las diversas mejoras que ibas realizando para adaptar la vivienda a tus necesidades. 

Amaste y disfrutaste Barcelona como una ciudadana curiosa, comprometida, disfrutona. No faltabas a las manifestaciones de esto y de lo otro a las que respondió tu corazón de izquierdas, feminista y militante hasta el final. Eras feliz en esa casa, en esa ciudad. Te sentías barcelonesa de pleno derecho y, efectivamente, lo eras. 

Tú y yo, Dolores, nos conocimos en Baeza a finales de los años 90, en aquellos seminarios donde pusiste patas arriba nuestras convicciones acerca de la vida de las mujeres que la sociedad ha situado en los márgenes y nos enseñaste a amar la diferencia. A partir de ahí iniciamos un camino intelectual y afectivo de gran valor para las dos. Nunca te olvidaré. Gracias. 

La vida no ha sido fácil para ti, has vivido situaciones familiares, personales, académicas y políticas muy complicadas, pero nunca te quedaste enganchada en ellas, siempre supiste encontrar el camino para relativizar, mirar con condescendencia y seguir adelante.

Te echaremos en falta, pero más que el dolor, en nuestro corazón permanecerá tu recuerdo lleno de luz.

Córdoba, 26 de noviembre de 2022

Anna Freixas Farré

Anna Freixas Farré

Gerontóloga feminista

Experta en mujeres y envejecimiento