Mujeres y Salud - Revista de comunicación cientifica para mujeres
 
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Mis vivencias
Anónimo

Soy una mujer afectada de cáncer de mama y socia fundadora del "Grupo de Ayuda Mutua L’Olivera". Escribo estas líneas para dar testimonio de mis vivencias con esta enfermedad. A finales del mes de febrero del año 1991, yo tenía 42 años, marido, un hijo de 17 años, una hija de 14, un trabajo que me gustaba y una vida por delante. De repente un día, al acabar un partido de tenis, cuando me estaba duchando, noté un pequeño bultito en el pecho izquierdo, esto me alertó.. ¿Qué podía ser? No será nada, me dije, no puede ser nada malo, me encuentro bien pero, y ¿si hay algo? Debía hacer frente a la duda e ir lo más pronto posible a mi ginecólogo….

Después de unas ecos, mamografías y finalmente una punción se me detectó una ”neo” de mama. Recuerdo cuando me dieron el resultado, me sonó como si no hablasen de mí, aun ahora no sabría decir lo que sentí en aquel momento….Miedo, rabia, impotencia, una montaña de preguntas sin respuesta que yo misma me hacía:¿No podría ver crecer a mis hijos?¿Iba a preceder a mis padres?, como si de repente se me hundiese el mundo a mis pies. Pero en seguida me dije, esto me está pasando a mí, he de salir adelante con lo que sea, por mí y por toda mi familia.

A los 15 días me operaron, y a pesar de que entré convencida de que me iban a hacer una mastectomía me hicieron sólo una cuadrotomía y un vaciamiento axilar de 19 ganglios que, por suerte, no estaban afectados. Resultado: Carcinoma ductal infiltrante. Esto requería unas sesiones de quimioterapia y de radioterapia. A los pocos días de la intervención, coincidiendo con la Semana Santa, junto con mi familia nos instalamos en la montaña donde dábamos pequeños paseos, mientras la cabeza me daba mil vueltas con preguntas sin respuesta.

Después, vinieron las sesiones de quimio en el Hospital de Manresa y 33 sesiones de radioterapia en el hospital de la Esperanza de Barcelona al que me trasladaba diariamente. Todo fue bastante soportable. Sólo que no puedes parar la cabeza, te surgen dudas que ni tu misma entiendes…. Después de los tratamientos, hice un viaje con mi familia y luego me incorporé al trabajo que había dejado el día antes de operarme (y al que, en aquel momento, me parecía que nunca volvería, pero NO!!!) Allí estaba de nuevo, bien acogida y en el mismo puesto, a pesar de que reconozco que fue un poco duro, ya que estaba de cara al público desde hacía muchos años y conocía a mucha gente que me preguntaba ¿Qué te ha pasado? Oh! pero si tienes muy buen aspecto…Pero yo pensé : ¡Adelante!

Lo más importante es volver a la normalidad, por ti misma, por tu entorno. Me parece que lo fui superando. Tengo la suerte de tener una familia y muchos amigos. Es en estas situaciones que descubres quienes son los amigos de verdad o los que sólo son conocidos. Ahora ya hace casi 15 años de esa pesadilla, no lo he olvidado, pero sí he valorado mucha cosas por pequeñas que sean, he aprendido a vivir el día a día y a priorizar. Hace tres años que me ofrecieron la prejubilación en el trabajo y no me lo pensé dos veces. Ahora tengo más tiempo para mi, disfruto de cosas que no había podido hacer, cursillos, manualidades, idiomas, viajes fuera de temporada, deportes, volver a ir con la mochila a la espalda de trekking por mis montañas y sobre todo poder dedicarme más a mi familia y gozar de mi primera nieta de 3 meses y esperando a otro que está en camino. Y ya lo veis, no sólo he visto crecer a mis hijos sino que he sido ABUELA y me he prejubilado. Mi mensaje hoy y aquí es, sobretodo, diagnóstico precoz, no tener miedo de afrontar la situación lo antes posible ante las dudas, tirar adelante y ponerse en manos de buenos profesionales que afortunadamente cada día tenemos más y se está avanzando mucho en el estudio del cáncer de mama.

 

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