Catalunya se ha sumado al Proyecto Europeo contra la Depresión y empieza con un proyecto piloto en el barrio de l’Eixample de Barcelona. Dicho así parece una buena noticia. Se puede pensar que se van a analizar en profundidad las causas de la depresión en este barrio de principios del siglo XX lleno de viviendas donde se consumen en soledad muchos ancianos y, sobre todo, ancianas. Que van a ir a buscarlas para ver como viven y demandar a las instituciones competentes la mejora de sus decrépitos hogares, a ofrecerles ayuda y compañía, a motivarlas para salir de casa y acudir a actividades tranquilas pero interesantes, y sobre todo, a escucharlas. Pues no, nada de eso. La campaña de la Conselleria de Salut habla de detección de síntomas, de formación / información a los profesionales para identificar esos síntomas, de indicadores (¡intentos de suicidio!) y de “tratamiento” con PSICOFÁRMACOS (y sólo con psicofármacos).

El eslogan dice :“Triste, desesperada, culpable, dejada: Estás enferma, la depresión nos puede atacar a todos y se puede curar”, como si fuera un virus. En ninguna parte se habla de causas: de soledad, pobreza, abandono social y familiar, pérdida de seres queridos, desempleo, falta de recursos, estrés crónico... causas que no se alivian con pomadas ni pastillas, qué pena.Es de temer que, a pesar de esta campaña, las mujeres y los hombres deprimidos, y especialmente las ancianas de l’Eixample, van a seguir tristes, desesperadas, no sé si culpables, pero seguro que dejadas, sobre todo, DEJADAS.