Mujeres y Salud - Revista de comunicación cientifica para mujeres
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Tribuna nacional: tener o no tener Sanidad pública
Sara de Azcárate

Siete profesionales y estudiosas del sistema sanitario responden a preguntas que hoy nos inquietan: ¿Está en peligro la Sanidad Pública? ¿Cómo afectaría su desaparición a las mujeres? ¿Ha sentado el Gobierno las bases para privatizar la Sanidad con el siguiente Decreto?

�En el ámbito del Sistema Nacional de Salud, la gestión y administración de los Centros, Servicios y Establecimientos Sanitarios de protección de la salud o de atención sanitaria o socio-sanitaria podrá llevarse a cabo directamente, o indirectamente, mediante cualesquiera entidades admitidas en derecho, así como a través de la constitución de consorcios, fundaciones u otros entes dotados de personalidad jurídica, pudiéndose establecer además acuerdos o convenios con personas o entidades públicas o privadas y fórmulas de gestión integrada o compartida.� BOE, 16 de Junio 1996.

Vita Arrufat Gallén
Licenciada en Medicina y Cirugía, formada en Psicoterapia Gestalt y programación Neuro Linguística. Ensayista. Participa como docente en el Diseño del Proyecto NOW de la UE.

En 1974 pedíamos un Ministerio de Sanidad. En 1976, la legalización de los anticonceptivos. En 1984, la Ley General de Sanidad. En 1997 pedimos Sanidad Pública de calidad para todos y todas. ¿Hasta cuándo? ¿Cómo tendremos Salud para Todas en el 2000 si la Sanidad no es Pública?
¿Existe alguien que no sea el Estado que se atreva a pagar una campaña de vacunación contra la meningitis si hay una epidemia, a costear el tratamiento de los enfermos o portadores del virus del SIDA, o se atreva con el pago de la atención a la gente mayor?

Queremos servicios de Salud Pública de calidad donde prime la humanidad en la atención, con evaluación de las nuevas tecnologías, con profesionales que sepan escuchar, que atiendan las necesidades de la población, que encuentren el diagnóstico a los problemas de salud y que no pongan parches. Un servicio público en el que la ética sea el patrón, donde exista la equidad y con servicios específicos donde los problemas de las mujeres sean atendidos por mujeres profesionales.

Consuelo Ruíz-Jarabo Quemada
Licenciada en Farmacia, coordinadora de formación continuada para profesionales sanitarias en la ADSP.

Las mujeres somos actualmente el principal soporte de atención sanitaria que la Sanidad Pública no provee, o lo hace sólo parcialmente (atención en el hogar de la infancia, la tercera edad y las personas discapacitadas). Cualquier recorte en las prestaciones de la Sanidad Pública, o su privatización, las perjudicará especialmente.

Rosamaría Alberdi Castell
Enfermera y psicóloga. Directora de la Escuela de Enfermería �Virgen del Rocío� en Sevilla y Presidenta de la Asociación Española de Enfermería Docente.

La pérdida del sistema de Sanidad Pública supondría para las mujeres una mayor carga de los cuidados que ya realiza como sustituta y transmisora del sistema sanitario y un aumento de la inseguridad respecto a la atención de sus propias necesidades de salud.

Mari Luz Esteban Galarza
Licenciada en Medicina, experta en planificación familiar. Doctora y profesora universitaria de Antropología Social. Ensayista.

Hoy, al menos en nuestra sociedad, la salud pública es una condición �sine qua non� para conseguir la equidad en la atención. Además, es preciso destacar la mejora producida en las últimas décadas en los servicios dirigidos a las mujeres. Proceso al que han contribuido mucho los grupos de mujeres con su crítica y aportaciones concretas en el campo de la salud reproductiva (planificación familiar) y salud mental. Pero la sanidad pública que tenemos no es la óptima, y bastantes de sus huecos ( las IVES y la atención a ciertos colectivos marginados) se siguen cubriendo desde iniciativas privadas o semi-públicas.Temas de reflexión y debate serían: 1) la compatibilización de servicios públicos y privados según prestaciones, lugares, colectivos y contextos, 2) la visión excesivamente reproductivista y diferenciadora acerca de las mujeres, tanto desde los discursos médicos como feministas y 3) el papel de las sanitarias feministas como expertas y su distanciamiento frente a las usuarias.

Cristina Almeida Castro
Abogada y Diputada por Izquierda Unida.

Hay que tener Sanidad Pública porque garantiza la igualdad de acceso a la salud y repercute positivamente sobre las mujeres. Al darse en ellas la feminización de la pobreza, sólo la gratuidad y la universalidad de la sanidad la protegen.

Ana Macpherson
Redactora de Salud, Magazine de La Vanguadia

Sanidad Pública significa acceso a servicios sanitarios sin limitaciones económicas o de otra índole. Pero también acceso a una mayor información sobre si mismo/a y por lo tanto, a la larga, mayor protagonismo en el bienestar y la salud. Dejar de tenerla sería perder uno de los logros fundamentales de este siglo.

Gloria Borrás Boneu
Ginecóloga y Obstetra. Fellowship de investigación en la Harvard Medical School. Especialista en Asistencia Primaria Pública (ICS) y docente de médicos especialistas en Sanidad Pública.

Me duele pensar en la posibilidad de no tener Sanidad Pública. Lo más importante de tenerla es asegurar el acceso a la asistencia al margen de la disponibilidad económica y sin limitación de tratamientos. Sólo ella puede proporcionar y asegurar educación sanitaria, medidas de promoción de salud, de prevención de enfermedades y de diagnóstico precoz. Hay que optimizar los recursos para que nadie pretenda justificar su desmantelamiento.

ASPECTOS DEL ESTADO DE BIENESTAR Y LA SANIDAD PÚBLICA

1883
O. Von Bismarck, Canciller alemán, obligado por la presión social, establece unas prestaciones mínimas consideradas hoy el arranque del Estado de Bienestar.
Diferencia España/Europa
Mientras que, desde la II Guerra Mundial, el Estado de Bienestar experimenta un progresivo desarrollo, en España sólo funciona un simple sistema asistencial.

Años 60
El año 59 marca el fin del período autárquico de la dictadura. Sólo los que trabajan y los miembros de su familia tienen derecho a las prestaciones de la Seguridad Social . Perdida la condición de trabajador, todos pasan a la caridad pública.

Años 80
Implantación paulatina del Estado de Bienestar. Conquistas socialistas básicas: sanidad universal, educación gratuita y obligatoria hasta los 16 años, subsidio de desempleo y pensiones no contributivas. Sin embargo, Europa lleva más de 40 años disfrutando de similares prestaciones.

1997
Con el gobierno neo-liberal, la tendencia a la progresiva privatización de los diferentes sectores que conforman el Estado de Bienestar supone una enorme oportunidad de negocio y el fin de la posibilidad de crear estrategias de promoción y centros de planificación sanitarios. En definitiva, se afianza un acceso restringido y la pérdida de una perspectiva integral de la salud de la población.

 

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