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Rawa y Hawc La salud en tiempos de guerra
<Montse
Cervera >
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Mujeres
de RAWA y HAWCA
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Dedicamos hoy nuestra solidaridad y apoyo a las mujeres de RAWA y
HAWCA de Afganist�n que adem�s de luchar por los derechos de las mujeres
y la paz, siguen atendiendo a las mujeres y ni�os en los campamentos
de Paquist�n y en Afganist�n. La guerra ha tra�do m�s refugiados y
situaciones l�mite con muy pocos recursos para solucionarlos. Dentro
de Afganist�n algunas mujeres se han atrevido a empezar a trabajar
y uno de los sitios en las que se las requiere es en la sanidad. Pero
la situaci�n no est� garantizada y las posibilidades reales de trabajar
y cobrar son pocas.
Estas mujeres como ellas mismas dicen "son como una gota en el oc�ano",
pero es una gota que nosotras queremos que se agrande y sobre la que
las mujeres encuentren apoyo m�dico, psicol�gico y la posibilidad
de mirar el futuro con la esperanza de poder construir juntas una
sociedad nueva donde las mujeres tengan un papel como ciudadanas y
puedan hablar de los derechos a la salud y no s�lo de sufrimiento,
fundamentalismo y muerte, que de gotas pasen a olas que inundan todo
Afganist�n.
La paz y el restablecimiento de los derechos humanos y la democracia
no se podr� construir sin la participaci�n de las mujeres en todos
los campos, incluido la formaci�n del gobierno y el respeto a sus
derechos. Esta es una batalla fundamental para poder hablar de la
salud de las mujeres, para pasar de las urgencias a las exigencias,
para salir del terror, el miedo y el hambre a construir juntas un
futuro ....
VER www.rawa.org

�Donaci�n o compra de Ovocitos?
Una de las m�ltiples trampas seductoras con las que se intentan atrapar
a mujeres j�venes para introducirlas en el tratamiento hormonal y
la intervenci�n quir�rgica que requiere la industria de la maternidad
para conseguir la mayor cantidad posible de �vulos para la producci�n
de embriones, es aumentar la "compensaci�n econ�mica de las j�venes"
para evitar el mercadeo que ya se est� dando entre cl�nicas, que ofrecen
bajo manga m�s de las 100 mil pesetas que la legislaci�n espa�ola
permite abonar "por las molestias". Como si los serios riesgos conocidos
y los interrogantes futuros que suponen para la salud y fertilidad
de las j�venes pudieran equipararse a la sencillez de una donaci�n
de esperma. Para que no haya mercadeo, las donaciones deben ser absolutamente
solidarias: o sea, gratuitas. Si no, no son donaciones: son ventas.
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