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�EST�S CANSADA?.
APRENDE DE LA LIEBRE

<Malen Cirerol>
Malen Cirerol
 

�Dir�as que tu cansancio es producido m�s bien por acumulaci�n de tensi�n o por simple desgaste f�sico?. �No te has parado nunca a observar esta gran diferencia? Sin embargo es importante saberlo, puesto que el proceso de recuperaci�n es diferente en cada caso.

El cansancio simpaticot�nico. Cuando despu�s de un duro d�a,(o quiz�s varios, seg�n el estado de las reservas) cargado de tensi�n y estr�s, surge la sensaci�n de agotamiento, parece que no deseamos otra cosa que echarnos al sof�.

No obstante, aunque nos vayamos a la cama, nuestro sue�o ser� muy posiblemente inquieto o pesado. Quiz�s nos despertemos a media noche con sensaci�n de tensi�n en las piernas o en los brazos, o tal vez aparezcan pesadillas o insomnio. Y, a la ma�ana siguiente, nos despertaremos sin tener la sensaci�n de habernos recuperado.

�C�mo puede ser?� Si est�bamos tan cansadas!

Somos mam�fer@s y como tales, funciona nuestro sistema de defensa. Es decir: delante de una situaci�n de agresi�n o peligro bien sea f�sico o ps�quico, todo nuestro ser responde al estr�s prepar�ndose para la huida o la acci�n. En esta situaci�n segregamos una serie de hormonas y neuro-transmisores para poner en alerta a todo el organismo y preparar la respuesta eficaz.

En este engranaje perfecto, queda estimulado el cortex cerebral: pensamos a una velocidad pasmosa muchas soluciones diferentes.Nuestros m�sculos se ponen en tensi�n: llenos de adrenalina, preparados para la acci�n necesaria.

Y esta adrenalina estimula tambi�n el coraz�n: para sostener el esfuerzo. Adem�s, muchas funciones viscerales son inhibidas (movimientos intestinales, asimilaci�n y excreci�n, secreciones hormonales), en espera de la vuelta a la normalidad, porque en este momento necesitamos movilizar todas las reservas del organismo para la supervivencia.

Pasado el peligro, solucionada la situaci�n, el balance cambia para volver a la normalidad y aparece la relajaci�n, el sue�o, la necesidad de descanso y recarga. Este balance entre la acci�n y el descanso, entre la defensa y la recuperaci�n, es regido en gran parte por el sistema nervioso neurovegetativo, siendo la acci�n del sistema simp�tico, la preparaci�n del cuerpo para la acci�n y la defensa y la del parasimp�tico o vago la recarga energ�tica, el funcionamiento visceral, la asimilaci�n y eliminaci�n.

POR EJEMPLO LAS LIEBRES
 

Lo que durante tiempo fue observado como un curioso comportamiento de estos animales, result� ser un perfecto ejemplo de gesti�n del estr�s.

Cuando una liebre ve acercarse un enemigo, su primer mecanismo para defenderse es quedarse inm�vil, confundi�ndose con el paisaje para no ser vista. No obstante, en esta aparente inmovilidad, su sistema defensivo est� en total actividad organizando todo el sistema de defensa por si un esfuerzo supremo de supervivencia fuera necesario: atacar o salir huyendo.

Si la primera estrategia funciona y el/la enemig@ pasa de largo, la liebre no vuelve tranquilamente a su madriguera. Es lo que podr�a parecer l�gico. Sin embargo, lo que hace, es echar a correr en c�rculos hasta que todas estas hormonas que hab�an puesto su cuerpo en alerta, hayan sido utilizadas. Y, es una vez invertida la balanza hormonal y neurovegetativa, que volver� tranquilamente a su madriguera para recargar sus energ�as. No suele ocurrir as� en l@s human@s. Aparentemente desconectad@s de nuestros instintos mam�feros, en las situaciones de estr�s, bien sea f�sico o emocional, aguantamos mecha hasta unos l�mites insospechados, incluso llegamos a vivir este estado como normal. Y as� retroalimentamos perennemente el sistema con todos las peque�as y grandes disfunciones que acaban produci�ndose en nuestro organismo, al nivel de todos los sistemas: muscular, hormonal, nervioso y circulatorio. Y es que nuestro aprendizaje social est� en gran parte basado en la inhibici�n de las respuestas al estr�s.

Cuando, en nuestra vida relacional o laboral se producen situaciones estresantes, rara vez tenemos la posibilidad de desactivar mediante una respuesta eficaz, esta respuesta global de nuestro organismo. A pesar de la apariencia externa, incluso de la sensaci�n subjetiva de haber superado la situaci�n, todo este sistema de tensi�n queda activado en nuestro interior. En vez de ser utilizadas y transformadas, estas hormonas contin�an persistentes impidiendo o enlenteciendo la fase de regeneraci�n que, con predominio del sistema parasimp�tico, deber�a entrar en acci�n.

El cansancio, por lo tanto, si la causa del estr�s ha desaparecido, se disipa muy lentamente, dejando sus secuelas de desgaste. Hay, sin embargo, otro tipo de cansancio:

EL CANSANCIO VAGOT�NICO.


La mayor�a tenemos la experiencia de este otro cansancio que se suele vivir como bueno y sano. Es el que aparece, por ejemplo, despu�s de una larga marcha sin estr�s, o de cualquier esfuerzo f�sico prolongado hecho voluntariamente. Es un estado muy diferente. La mayor oxigenaci�n, la utilizaci�n y eliminaci�n de residuos acumulados en el organismo por la tensi�n, y el cambio de polaridad de la balanza del sistema nervioso neuro-vegetativo han operado el milagro. Entonces el sue�o cambia, se vuelve reparador y al levantarnos tenemos una sensaci�n de bienestar y descanso.

Es un cansancio que no tiene historia mientras sepamos y podamos escuchar el ritmo de nuestro cuerpo sin intentar forzarlo. Aprendamos de las liebres, en cuanto al agotamiento por estr�s. Recuperemos nuestro instinto y no vayamos a descansar con el cuerpo en alarma lleno de las hormonas del estr�s sin metabolizar. D�monos una fase de descarga, aunque s�... ��cuesta, cuesta!!. Pero es as� como descansaremos luego verdaderamente.

�QU� PODEMOS HACER?

Preventivamente, hay algunos sistemas para desactivar la escalada del mecanismo de estr�s, si nos podemos dar cuenta de su inicio. Uno de ellos es salivar (buscar la salivaci�n relajando el interior de la boca). Y, o, respirar profundamente y pausadamente intentando sentir el movimiento de la respiraci�n en el interior del vientre.

No obstante, si nos damos cuenta de que ya estamos cargad@s de tensi�n, podemos recurrir simplemente al ejercicio f�sico. Esto nos ayudar� a descargar, al menos en parte, este sistema. Correr, bailar, saltar en cama el�stica etc...cualquier ejercicio factible a nuestro alcance.

Si conocemos ejercicios de estiramiento ser� una muy buena ayuda para soltar la tensi�n acumulada en el cuerpo, activar la circulaci�n, la eliminaci�n y desbloquear el sistema nervioso. Un punto importante tambi�n para ayudar a una buena eliminaci�n, es beber mucha agua.

Si el estr�s ha sido mayormente emocional, esta descarga, para ser eficaz, deber� implicar tambi�n la expresi�n emocional del cuerpo. Puede servir: gritar (en el coche con las ventanas cerradas nadie te oye), llorar, patear, pegar, sacudir brazos y manos... Estas soluciones sirven para un momento o una situaci�n concreta, no son la panacea. Pero pueden ser de mucha utilidad si les damos un sentido m�s profundo. Si adem�s de ayudarnos a descargar tensi�n, a encontrar un mejor reposo para restaurar nuestro sistema, las utilizamos para tener un mejor conocimiento de nuestro funcionamiento. Por ejemplo: de la manera en que acumulamos tensi�n en nuestro cuerpo o de los sentimientos que quedan inhibidos y no podemos expresar. Y ello, quiz�s, nos encamine a buscar ayuda terap�utica si descubrimos que el conflicto que nos mantiene en estr�s es dif�cilmente solucionable o dif�cilmente localizable.

Sin embargo, mientras iniciamos un proceso que nos lleve a vivir con menor estr�s, el sistema de la liebre siempre nos ayudar� a encontrarnos mejor y gestionar de una manera m�s adecuada nuestro sistema.



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