Queridas amigas… Tenéis en vuestras manos el dossier que más
nos ha costado elaborar. Para hacerlo, hemos tenido muchas
reuniones del equipo, hemos hablado con muchísimas afectadas,
asociadas o no. Las hemos escuchado atentamente y hemos recogido
testimonios de sus experiencias personales en todo el trayecto desde
el diagnóstico a los tratamientos convencionales, sobre las decisiones
que han tomado y sus formas de afrontar la enfermedad más allá de
la oferta convencional.
Hemos preguntado qué hacen las mujeres cuando se les diagnostica
un cáncer de mama, qué les ofrece la Sanidad Pública y qué no, qué
buscan y piensan ellas que les falta para tener una atención que
incluya todos los trastornos que supone esta enfermedad y sus duros
tratamientos.
Hemos escuchado a profesionales, pedido colaboración a fi guras
de relieve nacional e internacional y revisado toda la bibliografía
científi ca disponible buscando evidencias concluyentes, para
descubrir que estamos lejos de la unanimidad. Hemos tenido
un debate en el encuentro anual de la Red Caps de Médicas y
Profesionales de Salud, que continúa en la red virtual.
Hemos acudido a los grupos de mujeres que llevan años trabajando
en el análisis de esta enfermedad cuyas causas siguen siendo tan
difíciles de determinar, aunque se conozcan algunos riesgos, tal vez
porque los esfuerzos en la investigación no se dirigen tanto hacia la
etiología como a los métodos de detección y tratamientos que, a su
vez, son motivo de acalorada discusión en todos los ámbitos.
En todo el trayecto, y a cada paso, hemos encontrado controversias
apasionadas, razón por la cual hemos tenido que escoger el
incómodo camino de no ofrecer respuestas exactas, para refl ejar el
estado real de la cuestión, conscientes de que esa es nuestra misión:
abrir puertas, permitir que las lectoras se formen su propia opinión y
animarlas a seguir investigando por si mismas o, mejor, enredhadas
con otras. Cuantas más, mejor. |