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La atención sanitaria en el embarazo y en el parto: la opinión de las mujeres
Mª Llanos García, Mª José Lízcano, María López, Mª Dolores Pozo, Enriqueta Barranco

Resumen de la ponencia Los Servicios Materno-Infantiles en Granada: perspectivas de las mujeres
Presentada en el IV Simposio de Salud Materno-Infantil. Escuela Andaluza de Salud Pública.

Introducción

Existe un desconocimiento acerca de las vivencias de las mujeres y de sus experiencias, principalmente en temas relacionados con la sexualidad y reproducción. Las mujeres se encuentran en situación de mutismo sociocultural porque tienen una forma de percibir la realidad y expresarla de forma distinta a aquellos que dominan: su conocimiento de la reproducción es experiencial y no aflora ni en los laboratorios ni en la práctica médica.

Consideramos importante recoger la experiencia directa y vital de las mujeres a través de sus relatos, hablados o escritos, y de las interpretaciones que ellas hacen de sus vivencias.

En Andalucía (España), las fuentes tradicionales de obtención de datos sobre la asistencia sanitaria, indican que la denominada “cobertura sanitaria” para las mujeres embarazadas y parturientas es óptima. Sin embargo, nuestro grupo de trabajo tenía la intuición de que si las mujeres valoraban el mismo hecho sanitario asistencial, sus resultados diferirían bastante de el optimismo oficial. Este estudio ha tenido por objeto recabar la opinión directa de las mujeres, para lo cual hemos reunido 61 testimonios escritos y recogidos cuando habían transcurrido entre 3 y 6 meses de un parto. Estas mujeres eran en su mayoría primigestas o secundigestas, residentes en el medio rural o en los pueblos del cinturón periférico granadino.

RESULTADOS

1. Atención durante el Embarazo

Matrona y médicos generales

  • La matrona-mujer “te trata con cariño, con seguridad, no tiene prisa, es una amiga que comprende tu estado, es incansable, se comunica bien contigo y es una gran profesional”
  • Sería mejor no tener que pedir número para ser atendidas por la matrona
  • Algunos espacios físicos fueron calificados de poco confortables
  • Sería deseable que la matrona dedicara “más días de consulta”
  • Respecto a los médicos generales: “regular... son poco amables... dejan mucho que desear”...

Educación Maternal

La valoraron muy positivamente.

  • “Enseña relajaciones y respiraciones para el momento del parto… Al hacerse en grupos se establece una buena comunicación entre las mujeres embarazadas... Da confianza y seguridad... Desmitifica la idea terrorífica tradicional del parto... Posibilita la preparación del compañero para que pueda permanecer en el parto...Enseña a parir.

Demandaron:

  • Que se haga extensiva a todas las embarazadas.
  • Que los cursos tengan una mayor duración.

Visita al Obstetra de la sanidad pública

Se quejaron de:

  • La ausencia de diálogo médico-mujer en el centro hospitalario, en donde se realizaban visitas cortas, con frialdad y con mucha prisa.
  • Llevadas a cabo en cada ocasión por personal sanitario diferente, sin responder a las preguntas de las mujeres ni aclarar sus dudas.
  • Del colectivo médico “indiferente y poco humano”.
  • De las muchas horas de espera previas a la visita médica.
  • La falta de confortabilidad e intimidad en los despachos de consulta y en las salas de espera, generalmente pequeñas para acoger a demasiada gente.

Demandaron:

  • Que se den menos citas para cada especialista y con más tiempo.
  • Que todas las visitas sean realizadas por el mismo profesional.

2. La estancia hospitalaria.

El Preparto y Parto

La opinión general fue que la atención sanitaria durante el parto había sido buena... con rapidez en la toma de decisiones. Hay que señalar, no obstante, que en ningún momento las mujeres dijeron haberse planteado discutir o compartir decisiones acerca de las indicaciones obstétricas: cesáreas, partos instrumentales, etc...

Sin embargo respecto al trato expresaron sentimientos muy duros provocados por:

  • La falta de intimidad y tranquilidad, y por la rigidez de las normas del hospital.
  • La desconsideración de los profesionales “hablaban entre ellos sin prestarme atención y... no me informaban de la evolución del parto”.
  • El sentimiento de soledad, acentuado en la sala de partos donde, si se realizaba algún tipo de intervención (fórceps, ventosa, espátulas), ya no se permitiría la presencia del compañero.
  • La aplicación de estimulantes de las contracciones uterinas, analgésicos etc... por el deseo de los profesionales de “acabar pronto”.
  • La presencia de numeroso personal en formación (estudiantes de medicina, de enfermería, etc...) durante los momentos más difíciles de sus partos.
  • La falta de delicadeza de los profesionales (médicos y matronas) durante las exploraciones de rutina.
  • Que no se permitió la presencia del compañero en la habitación durante las exploraciones.

Demandaron que:

  • Se permitieran cambios de posición durante el período de dilatación (ya que habitualmente se les había obligado a permanecer tumbadas en cama).
  • Que la cardiotocografía no fuese permanente, desde el inicio del parto hasta el expulsivo (como había sido la norma en sus partos).
  • Que el personal fuera más permisivo, menos frío y estuviera más predispuesto a compartir las alegrías del nacimiento.

Postparto

  • En este período las mujeres se habían sentido inseguras y faltas de apoyo para atender a su hijo/a.
  • Presionadas para dar el biberón a sus hijos y poco asesoradas y apoyadas respecto a la lactancia materna.
  • Los Pediatras no las informaron de manera adecuada, e impidieron el acceso de los padres y madres a las unidades de neonatología si los hijos/as tenían algún problema.
  • En esta fase del proceso se vieron a si mismas: “débiles y necesitadas de mejor atención y consideración... aunque el instinto maternal y la intuición eran capaces de suplir las carencias del medio”.
  • Se lamentaron de que el alta hospitalaria fuera tan prematura (48 horas) y estuviera condicionada por la presión asistencial y no por su estado.

3. El parto en casa

El testimonio de dos mujeres que optaron por parir en su casa:

  • Deseaba tener un parto consciente, ser la protagonista, rodeada de los suyos y de sus cosas, de tranquilidad y amor…
  • Después de un parto con cesárea anterior quería vivir todos los pasos conscientemente; pedía una oportunidad para todas las mujeres…

Discusión

El estudio de estos escritos de mujeres es, bajo nuestro punto de vista, todo un juicio al actual sistema sanitario en general, y en particular, a los hospitales implicados en la asistencia al embarazo, parto y puerperio.

Y hay, en concreto, algunos puntos sobre los que pensamos que merece la pena reflexionar.

  • Las usuarias de la sanidad pública en el medio rural y periurbano percibieron a la matrona como el pilar fundamental de la asistencia durante el embarazo, considerando su ayuda más como “de mujer a mujer” que como de profesional a paciente.
  • Las opiniones de las mujeres parecen poner de manifi esto el rechazo que el colectivo integrado por los médicos generales sentía hacia la actividad de control de la mujer embarazada normal.
  • Aunque la actividad denominada Educación Maternal fue valorada muy positivamente por las mujeres, nosotros quisiéramos hacer algunas aclaraciones: El término de Educación Maternal nos parece poco adecuado, principalmente porque educar es una palabra que presupone una “carencia” [falta de educación] previa y un intento de “normativizar”, es decir adecuar a unas normas el proceso del nacimiento: así las mujeres no gritarían, no expresarían sus estados de ánimo libremente y no molestarían al sistema, pero “quedarían bien” en el parto y ante el grupo social que la observaba. Sin embargo, por los relatos de las mujeres deducimos que aspectos importantes de la preparación al parto, como pueden ser comentar los mecanismos para el establecimiento del vínculo madre-hijo/a, el apoyo a la lactancia materna, o la prevención de la depresión postparto, así como otras alternativas al parto normativizado, etc. no habían sido asuntos tratados en las sesiones de Educación Maternal.
  • Las mujeres durante las consultas protocolarias para revisión médica en el medio hospitalario, se sintieron incómodas. Un punto crítico en nuestros hospitales es el no valorar el tiempo de espera de sus clientes para ser atendidos en consultas; en el caso de las mujeres embarazadas, para una visita médica que suele durar como media entre tres y cinco minutos, suele haber un período de espera de dos o más horas.
  • Con el parto hospitalario y una vez traspasado el umbral del paritorio, las mujeres se "entregaron" en las manos de los técnicos y perdieron su capacidad para demandar cambios en la atención, tanto médica como humana.
  • Los relatos no hacían alusión a la separación madre-hijo/a después del parto, curiosamente, estas mujeres debieron ver este proceso como absolutamente necesario, pues fueron escasas las protestas en relación con este hecho, lo cual nos reafirma en nuestra opinión de que por ejemplo en la preparación para el parto no se hace suficiente hincapié en la importancia del momento del primer contacto entre el recién nacido y sus madres y padres.
  • La relación inicial entre madres/padres y pediatras fue indicada como otro de los puntos débiles del sistema, y fue valorada como deficiente en opinión de las mujeres.
  • En los sentimientos después del parto predominaban las sensaciones de desprotección e incompetencia. En este punto es interesante señalar hasta donde las mujeres se sintieron en este estado después de haber introyectado numerosos mensajes negativos acerca de ellas mismas a través de los medios más diversos, en los cuales generalmente se indica lo mucho que tienen que aprender (horarios de alimentación del bebé, horas de sueño, horas de juego etc.), sintiéndose desbordadas y anuladas en sus capacidades innatas para ser madres.
  • Por último, protagonismo, amor, fuerza, humanidad, fueron los móviles que hicieron que algunas mujeres prescindieran, para la llegada de sus bebes, del ambiente aséptico y deshumanizado del medio hospitalario, haciendo suyo el deseo de celebrar el embarazo, el parto y la maternidad como un hecho natural y satisfactorio, como debería ser para todas aquellas mujeres que desean traer hijos al mundo.

Mª Llanos García. Matrona.
Mª José Lízcano. Matrona.
María López. Matrona.
Mª Dolores Pozo. Matrona.
Enriqueta Barranco. Ginecóloga

 

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