He leído vuestro artículo de MyS “Las donantes de óvulos: los riesgos que nadie les cuenta” 1 que está colgado en la pg Web de “Les Penélopes”, y te voy a contar mi historia por si te sirve de algo. Mi nombre prefiero mantenerlo en el anonimato. Yo soy una donante de óvulos en la actualidad. ¿Razón?: dinero (para que nos vamos a engañar); mi trabajo es una “basura” y lo que gano me llegaba justo para pagarme la carrera (y no es que tenga un mal puesto, te lo puedo asegurar) Y !cómo no!!!, sucumbí a la tentación del dinero que te ofrecen por cada donación.

Información sanitaria nunca me ha faltado, ya que me muevo un poquillo en ese mundo, pero siempre he sido una cabeza loca, así que preferí seguir el tratamiento y sacarme un dinerillo. Hablé con una amiga enfermera y me dijo que todo esto de la donación de óvulos es una locura y que poca gente descubre el riesgo que hay. Que no se les miente directamente, pero se les omite cierta información. Cuando vas a donar óvulos te hacen firmar un documento, en el que consta algo de lo que indicáis en el artículo. Pero no es lo mismo leer advertencias a que te lo expliquen con más detalle, es otra historia. Es como si te cuentan como funciona la montaña rusa (leer el contrato), otra historia es verla en funcionamiento (leer tu artículo), y luego vivirlo (donar), no se si me entiendes... Lo que quiero decir, y no me ando por las ramas, es darte las gracias por tu artículo.

¿Donar?, creo que sólo por esta vez, por que necesito el dinero, como mucha gente de la que va allí, (aquí en Argentina son ante todo peruanas, mujeres con problemas económicos y algunas universitarias muy jovencitas engañadas a las que se les ve con cara de felicidad por hacer un bien muy grande). Para mi, la gente que necesita donantes es gente con pasta con problemas de fertilidad (que es una auténtico drama), que lo pintan todo de color de rosa para poder solventar su gran problema. Mi amiga enfermera me contó los hechos bien claros; ella ya conoce a gente con menopausia a los 30 años. Y me comentó que incluso puedes llegar a tener un desgaste físico alucinante, un envejecimiento extremadamente prematuro. Yo no he notado ningún cambio, pero tampoco tengo ganas de sentirlo, y para ello prefiero no arriesgarme más. Intenté crear polémica en un foro abarrotado y las contestaciones son alucinantes: me tacharon de mentirosa, alarmista, aguafiestas, y negaron todo lo que dice el artículo con el argumento de que si eso fuera así, simplemente, no se haría...

Sin firma

1 “Donantes de óvulos:los riesgos que nadie les cuenta”.
Margarita López Carrillo, MyS 2002; 9 (Dossier): 6-9.