Mujeres y Salud - Revista de comunicación cientifica para mujeres
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Menopausia: ¿Proceso natural o enfermedad?

La menopausia ha sido considerada como un problema médico desde los últimos diez años. Hasta entonces, cuando una mujer se quejaba de sofocaciones, se le aconsejaba que se abanicara y que no le diera ninguna importancia, pero el avance de las tecnologías de tratamiento no basados en estudios epidemiológicos ni en evidencias científicas, ha intentado convertir la menopausia en un momento para la intervención médica.

A pesar del avance en la igualdad de sexos, sigue existiendo un mito de que la belleza femenina está relacionada con la edad y la sociedad sigue valorando la belleza y la juventud como referentes en la vida de las personas y sobretodo de la mujer. La menopausia se nos ha "vendido" como el final de la plenitud femenina comenzada en la pubertad con la menarquia (aparición de la primera regla) y como una "enfermedad de deficiencia hormonal" en lugar de plantearse como una mera cuestión fisiológica y este cambio de etapa en la vida se ha cargado de connotaciones sociales negativas gracias a la presión mediatiza, llegando a hacer mella en el imaginario de muchas mujeres.

Por el hecho de dejar de tener la menstruación, la mujer no deja ser una persona en plena actividad vital ni pierde sus características femeninas; en todo caso, incluso aumenta su capacidad, su energía y su capacidad de trabajo.

Sólo una de cada tres mujeres tiene algún síntoma

Lo primero que conviene tener siempre presente es que no todas las mujeres presentan síntomas mientras se adaptan a la nueva situación hormonal y que, si los hay, es sólo durante un plazo limitado.

El cese de la menstruación se denomina menopausia. Se estima que un 38% de las mujeres occidentales y sólo un 4 ó 5% de las mujeres asiáticas presentan alguno de los síntomas asociados a la desaparición de la regla, como sofocaciones, sequedad vaginal, cambios de humor, irritabilidad y sequedad de piel y de mucosas, que reciben el nombre de climaterio.

El climaterio se inicia con la declinación fibrosa del ovario, que provoca un desequilibrio en el funcionamiento del sistema hipófiso-ovárico. Previamente al cese de la regla se producen una serie de alteraciones en el ciclo menstrual -avances o retrocesos de la misma, amenorrea, hemorragias, etc. -, y ciertas disfunciones neurovegetativas que pueden ser más marcadas en la fase siguiente, como sofocaciones, extrasístoles, taquicardias, cefaleas, tensión mamaria, vértigos, náuseas, etc. Los cambios se producen en el ámbito biológico, endocrino, corporal y a veces psicológico.

Síntomas del climaterio: La variabilidad de estos síntomas es grande, desde ser prácticamente imperceptibles a presentarse de forma aparatosa y notoriamente molesta. Las diferencias individuales son debidas a factores orgánicos, a la nutrición, a factores psicológicos, en relación directa con la idea que de tal situación se haya hecho la mujer a nivel afectivo, y también sociológico, derivados del grado de integración personal, del nivel afectivo y de la consideración social que tal situación merece en el entorno inmediato. Las mujeres que viven en países nórdicos presentan más sintomatología que las que viven en el Sur de Europa. Asimismo las mujeres que viven en Asia y Japón, con un alto predominio de consumo de verduras y de soja en su alimentación, casi no presentan sintomatología climatérica. Las verduras como el bróculi, la coliflor, judía verde, presentan un alto contenido en estrógenos débiles (fitoestrógenos), que imitan y ocupan el lugar de los estrógenos fuertes en todas las células del organismo y en el Sistema Nervioso Central.

Continúa en Las circunstancias influyen...

 

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