Mujeres y Salud - Revista de comunicación cientifica para mujeres
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Argumentos contra las patentes sobre la vida*
http://nodo50.ix.apc.org/aedenat/patente.htm

Los siguientes argumentos dan una idea de la enorme trascendencia que tiene la patentabilidad de seres vivos, y resumen los fundamentos muy diversos que han movilizado a la sociedad en contra de las patentes sobre la vida. Algunos proceden de ámbitos que están en contra de la manipulación genética per se; otros responden a la preocupación por sus repercusiones en determinados sectores o aspectos de nuestra vida.

Relación con la naturaleza

El respeto a la vida, a la creación y a la reproducción está siendo minado por una concepción del mundo reduccionista y materialista, que considera que la vida no es mas que una colección de sustancias químicas que son capaces de autoreproducirse. No se puede "inventar" o "crear" a la Naturaleza. Sin embargo la concesión de patentes sobre seres vivos supone la apropiación de una parte de ella para su explotación, reduciendo la relación de la sociedad con la naturaleza a intereses comerciales basados en la explotación y el lucro. La idea de que todo lo que existe puede ser comercializado y convertido en propiedad privada es profundamente destructiva y nos está llevando a una degradación de la naturaleza y de las relaciones sociales humanas que pone en peligro nuestra propia supervivencia

Derechos humanos

Los derechos de una persona a decidir sobre su propio cuerpo y su vida se verían gravemente socavados si los seres humanos, partes de su cuerpo, sus rasgos físicos y psicológicos, y la información genética personal puede convertirse en propiedad exclusiva del titular de una patente. El límite entre lo que puede ser aceptable y lo inaceptable en intervenciones sobre el ser humano se hará cada vez mas difuso. Poco a poco la eugenesia aparecerá como algo menos impensable.

Derechos indígenas

Las patentes sobre material genético humano estimularán, como ya viene ocurriendo, el contacto con grupos indígenas cuya supervivencia está en juego, a la búsqueda de particularidades genéticas de utilidad comercial. A menudo las apropiaciones se producen sin el consentimiento informado de los "donantes". Además, no existe una normativa que asegure que el material genético recolectado no pueda caer en manos de quienes pudieran utilizarlo como arma biológica contra grupos humano específicos.

Las mujeres

Las mujeres se verán afectadas porque su capacidad reproductiva está siendo manipulada para controlar tanto la cantidad de hij@s con las políticas de población, como la "calidad" de éstos, por ejemplo en la discriminación de sexos en India y China o las pruebas fetales obligatorias en EE.UU., con argumentos demasiado cercanos a la eugenesia y a la exaltación tradicional de la maternidad.

Bienestar animal

Las patentes estimularán la utilización de ingeniería genética en animales, y por consiguiente, la vivisección. Los animales estarán expuestos a nuevas formas de sufrimientos, convertidos en conejillos de indias para la investigación, y en auténticas fábricas animales para la producción farmacéutica (los llamados biorreactores) o de materia prima para la industria alimentaria. Las posibles deformidades físicas y el estrés a que se verán sometidos serán considerados como un precio aceptable a pagar por el «progreso» tecnológico.

Agricultores

Los agricultores tendrán que pagar royalties por las semillas, plantas y ganado que compren (a precios de mercado que reflejarán el valor de los nuevos rasgos genéticos milagrosos), y por las cosechas y crías que pretendan vender, dado que los derechos del titular de una patente abarcan también la descendencia portadora de material patentado. Este incremento de los costes de producción puede suponer que muchos agricultores pequeños no podrán competir con las grandes explotaciones industriales, puesto que el cobro de royalties sobre las cosechas y la descendencia del ganado será complicado. Como consecuencia, multitud de pequeños agricultores se verán forzados a dejar sus tierras, con el consiguiente desmantelamiento de las economías campesinas y de comunidades rurales de todo el mundo. La agroindustria multinacional pasará a controlar cada vez mas el abastecimiento de alimentos.

Mejora genética y vegetal

Las grandes compañías de semillas independientes han sido progresivamente absorbidas por los gigantes industriales (química, farmacia, etc.), que han ido tomando posiciones para controlar el mercado mundial de semillas. A diferencia del régimen jurídico que protegía anteriormente los derechos de quienes obtenían variedades mejoradas, y que garantizaba el libre acceso al germoplasma necesario para el desarrollo de nuevas variedades, las patentes sobre material vivo otorgan a su titular derechos monopólicos. En consecuencia, el desarrollo de nuevas variedades puede quedar enmanos de un puñado de compañías industriales, sin que los mejoradores independientes de variedades y razas puedan acceder a recursos genéticos fundamentales.

Consumidores

Los consumidores probablemente acabemos pagando mas por los alimentos, medicinas y otros productos de la biotecnología. El precio de un producto lógicamente reflejará los costes de las múltiples licencias y tasas pagadas por las características, componentes y procesos de elaboración patentados. Por otra parte, las decisiones de la agroindustria en lo que se refiere a la variedad de los alimentos se tomarán en función de la titularidad de patentes mas que de las necesidades de los consumidores.

En cuanto a calidad, se tenderá a buscar características útiles para la agroindustria y la distribución, como en los tomates manipulados genéticamente para retardar su proceso de marchitamiento y que puedan durar semanas en la estantería de un supermercado. En el futuro será aun mas grave, cuando la misma empresa responsable de la calidad de los alimentos será quien controle el mercado de productos farmacéuticos destinados a paliar o corregir los daños a nuestra salud que una alimentación cada vez más artificial y desequilibrada provoca.

Diversidad genética

A medida que el control sobre los recursos genéticos del mundo se concentra en manos privadas, con la concesión de monopolio sobre los derechos de explotación, la idea de que esos recursos son Patrimonio de la Humanidad desaparece.

La investigación tecnológica -que se nos presenta como tabla de salvación milagrosa, prometiendo conseguir supervariedades de cultivos de alto rendimiento resistentes a plagas y enfermedades-, y en la práctica orienta la búsqueda de soluciones hacia el monocultivo para rentabilizar las inversiones en los grandes mercados mundiales. Esta orientación traerá como consecuencia una grave pérdida de diversidad que entraña graves riesgos ecológicos y económicos, puesto que no se dispondrá (ni en el campo, ni en bancos genéticos públicos) de la variabilidad genética imprescindible para poder luchar contra nuevas plagas, o adaptar los cultivos a alteraciones imprevista de las condiciones ambientales.

Investigación Pública

El sector privado financia, o cofinancia, una creciente proporción de los proyectos de investigación y otras instituciones públicas. En el campo de la ingeniería genética son las multinacionales quienes deciden las prioridades de investigación, reclamando patentes y derechos de explotación exclusivos de los resultados de un proyecto, como contraprestación a su apoyo financiero. La libertad para publicar y el libre intercambio de descubrimientos científicos que era tradicional en el entorno académico está desapareciendo paulatinamente, ante la necesidad de mantener en secreto la información con vistas a la solicitud de una patente. Consecuentemente el secretismo asociado con el sistema de patentes retrasará la investigación biomédica.

Por otra parte, los expertos y académicos independientes (no vinculados a la industria) que la Administración pública precisaría como asesores en materia de salud y medio ambiente, se están convirtiendo en una especie en peligro de extinción.

Concentración industrial y pérdida de empleo

Los sectores en los que las expectativas de mercado relacionadas con la innovación biotecnológica son mayores (farmacéutico, químico, agroindustrial y de elaboración de alimentos) están ya en manos de gigantes multinacionales, y las dificultades para introducirse en su campo de acción son enormes. Las adquisiciones y fusiones entre sectores están contribuyendo a crear conglomerados gigantes de "bioagrofarmaquímicas". El monopolio de patentes sobre las nuevas biotecnologías y el material genético de los seres vivos supondrá que menos empresas van a poder competir en un mercado cada vez mas globalizado. Esta concentración de poder está dejando al ciudadan@ de a pie con muy pocas posibilidades de influir sobre el tipo de alimentación, salud y medioambiente que desea. Por ejemplo, cerca del 80% de todas las patentes de plantas manipuladas genéticamente pertenecen a 14 compañías.

La Administración y los legisladores se ven igualmente confrontados a un mercado desequilibrado, y con un grupo de presión industrial con un poder desproporcionado. Por otra parte se afirma que se crearán más puestos de trabajo, pero no se dice cuántos, ni para quién, ni los empleos que desaparecerán por causas directas o indirectas.

El Tercer Mundo

Los países del Sur se encontrarán con crecientes dificultades para acceder a la información científica y a la transferencia de tecnología. Por otra parte, las patentes sobre seres vivos propiciarán el expolio y la privatización de la riqueza en recursos genéticos originados en el Tercer Mundo sin compensación de ningún tipo. La concesión de patentes llevará a la paradoja de que la industria del Norte acceda al ingente "capital natural" del Sur, y a la vez exija el pago de costosas licencias y precios mas elevados por sus tecnologías y productos, agravando así la carga de la deuda, la marginación de los sectores de la población mas desfavorecidos y las desigualdades entre naciones. Hay que recordar que los 15 mayores conglomerados mundiales tienen mayor ingreso bruto que 120 países del planeta y que 300 empresas del Norte concentran el 25% de los bienes y servicios que se producen en el mundo.

La prospección genética por parte de las multinacionales farmacéuticas y agroquímicas en el Tercer Mundo es hoy un hecho. Por ejemplo, Costa Rica ha cedido a cambio de un millón de dólares a la mayor transnacional farmacéutica, Merk, el acceso a sus recursos genéticos, cifrados en un 5% de todas las variedades de especies del Planeta. Las empresas multinacionales están firmando acuerdos de explotación exclusiva y contratos de patentes con países cuya capacidad de negociación de las condiciones pactadas es escasa, debido a la imperiosa necesidad de ingreso de divisas que impone el pago de la deuda externa. El Convenio de Biodiversidad firmado en la Cumbre de la Tierra (Río de Janeiro, 1992) recogía esta preocupación, pero la legislación europea de patentes no ha incorporado disposición alguna para regular la participación de los países donantes en los beneficios derivados de la utilización de sus recursos genéticos.

(*) Este texto está tomado de la página web de AEDENAT, http://nodo50.ix.apc.org/aedenat/patente.htm
Esta información puede ampliarse en esa misma dirección.

 

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