SOBRE
LAS CÁNDIDAS
<Rosa>
He descubierto
que tengo cándidas. Están extendidas por todo mi cuerpo
porque tardé mucho en relacionar todos los síntomas;
parecía que no había una conexión entre ellos.
Todo empezó
con las típicas cándidas vaginales, que he ido tratando
durante unos 13 años. La ginecóloga me iba dando,
pues todo lo que se da en estos casos, creo que probé todas
las marcas. Se me iban los síntomas (picor, flujo) y al poco
tiempo volvían.
Pero hace unos
años aparecieron otros síntomas que os explico por
orden del peor al más leve: Una gran fatiga, cuando siempre
he sido muy activa; ganas de no hacer nada, letargo;un estreñimiento
de días que siempre acaba en diarrea, gases, eructos, dolor
abdominal, hinchazón continua, picor anal; indigestiones,
intolerancia a algunos alimentos; depre, ataques de ansiedad y llanto,
cambios de humor, irritabilidad, mala memoria; insomnio; irregularidades
menstruales que acabaron en menopausia prematura; alergia o intolerancia
al humo de los cigarrillos; picores o sarpullidos en diferentes
sitios de mi piel –cerca del lagrimal se pone la piel fatal–
congestión nasal, dolor de garganta, dolor y presión
en el pecho, dificultad para respirar, tos (esto, sólo en
ocasiones, no es continuo como lo demás). Y, para acabar
de sentirme divina, mal aliento y mal olor corporal.
Supe que tenía
candidiasis porque vi los síntomas escritos en un libro de
Cala H Cervera sobre nutrición ortomolecular (acaba de sacar
otro sólo sobre cándidas, ver abajo), junto a otros
síntomas que yo no tengo, pero no tuve la menor duda. Antes
había ido a montones de médicos y tras hacerme muchas
pruebas la medicina oficial me decía siempre que todo era
normal, con el consiguiente desespero por mi parte.
La homeopatía
y la acupuntura ayudan pero sin régimen, no sirven de nada.
Lo que más me está ayudando es la nutrición
ortomolecular.
Esta enfermedad
es básicamente femenina, me he ido encontrando mujeres que
la han tenido a raíz de tomar la píldora anticonceptiva
durante años, o por tratamientos con antibióticos,
porque tiene que ver con la salud de la flora intestinal y es básico
tomar probióticos, lactobacilos acidofilus, bifidos, etc.,
que son las bacterias buenas (para entendernos) de nuestro intestino.
En fin, lo
ideal es encontrar una persona que entienda de nutrición
ortomolecular o un buen médico naturópata que sepa
queé es eso y paciencia. Dependiendo del tiempo que haga
que las tienes, tardan más o menos en irse.
Visto por el
lado positivo, mis cándidas me están ayudando a disciplinarme,
a estar más pendiente de mí. Cuando necesito parar
paro y descanso sin culpas, y he adelgazado, porque también
te recomiendan ejercicio. Otra mujer que había tenido cándidas
me recomendó el drenaje linfático y mi piel está
mejor que nunca, o sea: estoy haciendo una gran limpieza, una renovación
y dándome cuenta de que necesitaba todo este proceso, así
que, después de todo, les doy las gracias. Pero fue básico
reconocerlas, saber que todos esos síntomas pertenecen a
una misma cosa y eso es lo que me hizo escribir esta carta. Aprovecho
para decir públicamente que me encanta el trabajo que estáis
haciendo y os envío un abrazo.
Libros
recomendados:
“Candidiasis
Crónica”
Cala H. Cervera.
Ed Robinbooks 2003
“Nutrición
Ortomolecular ”
Cala H. Cervera.
Ed. Enterprise 2000
|