CLONACIÓN TERAPÉUTICA. CLONACIÓN REPRODUCTIVA
El debate sobre la clonación está más en los parlamentos que en las
calles. Con la intención de aclarar conceptos y dar a conocer el posicionamiento
de científicos y grupos de mujeres cuya opinión nos
parece de especial interés, elegimos dos testimonios relevantes presentados
uno en Francia (Jacques Testart) y otro en Estados
Unidos(Judy Norsigian). Esperamos que os sirvan como base de discusión
y gérmen de opinión.
Testimonio de Jacques Testart
(Resumen de la Intervención Audiencia ante
la Comisión Temporal sobre Genética humana
y otras Nuevas Tecnologías de la Medicina
Moderna, Francia, 26 de abril 2001)
Existen dos fuentes de células madre embrionarias;
• Aisladas a partir de embriones ya existentes ("sobrantes" de Fecundación In Vitro)
• Aisladas a partir de embriones concebidos por clonación (con el genoma procedente
del núcleo de una célula somática del paciente)..
La Clonación "terapéutica" pasa por la realización de actos biológicos y médicos necesarios
y suficientes para proceder a la "clonación reproductiva". Por lo tanto, autorizar la"clonación terapéutica" significa autorizar, sin ninguna restricción, la investigación sobre
la "clonación reproductiva".
En el caso de la "clonación terapéutica", la fuente de óvulos sigue siendo imprecisa. Los
gametos femeninos son células poco frecuentes y, para compensar la reducida eficacia de
las técnicas de clonación habría que disponer de un elevado número de éstos. Por lo
tanto, se contradice la afirmación según la cual el empleo de células madre procedentes
de un adulto no plantea ningún problema ético (debemos ser muy prudentes en cuanto a
la posibilidad de obtener, con el "claro consentimiento de las pacientes", algunos óvulos
de entre los obtenidos en el marco de la FIV.
Así, pues, es necesario buscar nuevas vías para obtener numerosos óvulos, pero no
podemos ignorar que la tecnología prevista (cultivo in vitro de folículos primordiales)
también permitirá el riesgo eugénico de la selección embrionaria con el aumento del
número y variedad de genomas que se someten al diagnóstico genético preimplantatorio.
La posibilidad de recurrir a células madre embrionarias para la medicina humana no
puede examinarse únicamente en función de las promesas terapéuticas (cabe recordar el
fracaso de las terapias génicas respaldadas por argumentos similares desde hace quince
años. En primer lugar, han de resolverse cuestiones científicas mediante investigación con
animales, preferentemente sobre un modelo primate, para demostrar la viabilidad e inocuidad
del método.
Asimismo, deberán resolverse cuestiones éticas, puesto que la concatenación de las tecnologías
puede generar multitud de manipulaciones que ya no podrían frenarse. Lo que
causaría rápidamente dichas incursiones en un ámbito tan sensible sería el deseo de aliviar
graves enfermedades humanas que, recordemos, son inmemoriales. Podemos permitir
concesiones a la rigidez ética si un nuevo mal requiriera una solución audaz e inusual,
pero es indispensable demostrar de antemano la viabilidad de un nuevo tratamiento contra
un mal recurrente. Podemos llegar a pensar que la prisa por clonar se debe a otra cosa
que no es la eficacia médica.
No cabe duda de que la competencia entre las naciones y los equipos, y los intereses
económicos en juego, pueden explicar este apresuramiento. Aún así, el interés de los ciudadanos
no siempre coincide con estas motivaciones.
Testimonio de Judy Norsigian
ante el
Comité del Senado de los Estados Unidos
sobre clonación, Marzo 2002
Me llamo Judy Norsigian, soy la Directora ejecutiva del
Colectivo de Boston, co-autora del tan aclamado libro "Nuestros cuerpos, nosotras" que en este momento está en su
7ª edición con el nombre "Nuestros cuerpos, nosotras, para el
nuevo siglo". Desde que se publicó por primera vez en 1970,
este libro sobre la salud y la sexualidad de las mujeres, ha sido
leído aproximadamente por 30 millones de mujeres y muchos
hombres, en docenas de países de todo el mundo. Hay en este
momento 4 millones y medio de copias en prensa en 20 lenguas
con mas de 10 ediciones. Durante mas de 3 décadas
hemos participado en muchos temas sobre salud y derechos en materia reproductora.
Lo primero que quiero dejar claro es que mi organización y muchas de mis colegas relacionadas
con el movimiento de los derechos de salud y reproducción, apoyan la investigación
con células madre embrionarias. Pero también creemos que en este momento se
necesita una moratoria en la clonación de embriones humanos. Es desalentador que la
prensa haya hecho tan poca distinción entre la investigación con células madre embrionarias
y la clonación de embriones, lo que ha conducido a que la mayoría de la gente que
conozco considere que ambas cosas son lo mismo. Aquellos de nosotros que estamos a
favor de este tema, queremos enfatizar que nuestra posición es bastante diferente a la
de aquellos que están en contra a todo tipo de investigación sobre células madre embrionarias.
Muchos de nosotros creemos, por ejemplo que se podrían utilizar células de
embriones sobrante de la FIV, que en otro caso serían destruidos. Nuestras objeciones se
refieren en concreto a la utilización de células madre derivadas de la clonación de
embriones porque nos parece que hay una diferencia bastante significativa.
Compartimos incluso preocupaciones con la Iglesia católica, por ejemplo sobre el desarrollo
de modificaciones genéticas germinales y el resurgimiento potencial de un movimiento
eugenésico.
En Junio del 2001, nuestra organización se unió con otras organizaciones e individuos,
para promover una opinión generalizada sobre la clonación. Se hizo un llamamiento para
la prohibición de la clonación humana con fines de reproducción y una moratoria para la
clonación de embriones, con el único propósito de investigar. Fue firmado por mas de
100 grupos e individuos con trabajos impresionantes sobre la salud de los niños y de las
mujeres. Entre las personas que trabajaron en esta Declaración están Dr. Paul Billings, DR.
Newman, Professor L Andrews,…y otros que les serán familiares.
1. Creemos que la tecnología para clonar es mucho más arriesgada que las otras tecnologías
disponibles hoy en día. Es muy probable que estos experimentos para clonar
embriones humanos lleven inevitablemente a manipulaciones germinales genéticas inaceptables
que suponen una amenaza para muchos derechos humanos básicos. En este
sentido resultará muy difícil evitar que la investigación para la clonación del embrión
humano y sus tecnologías relacionadas, sean utilizadas para producir los llamados bebés
"de diseño". La manipulación genética de células germinales podría afectar a futuras
generaciones de manera impredecible y deletérea. Si permitimos que continúe la investigación
en clonación, es imperativo que se establezca primero un marco regulatorio adecuado. Esto no es una tarea fácil, y sin duda se requerirán varios años para tratar el
tema con toda la complejidad que implica. El proyecto que ahora permita continuar
esta investigación, no establece un marco regulador adecuado. Esta es, pues, la primera
razón para solicitar una moratoria.
2. La cobertura de los medios de comunicación en lo que se refiere a la investigación de la
clonación del embrión humano, se enfoca sobre todo en su potencial terapéutico, sin
tener en cuenta que existe la dependencia tecnológica de que miles, si no millones de
mujeres, tendrán que arriesgar su salud para la recolección de sus óvulos. Especialmente,
nos preocupa la ausencia de datos sobre la utilización a largo plazo de los fármacos estimulantes
de la ovulación, que tienen que tomar las mujeres para producir los óvulos necesarios
para la clonación de embriones. Aunque datos recientes no encuentran relación
entre estos fármacos y un aumento en el riesgo de cáncer de ovario, la hiperestimulación
ovárica tiene otros problemas potenciales, incluyendo posibles efectos en el futuro sobre
la fertilidad (Otros riesgos incluyen dolor pélvico grave, rotura de los ovarios, ascitis y
otros derrames internos, hemorragia en la cavidad abdominal, distress respiratorio del
adulto y tromboembolismo pulmonar). Además, en el campo de la FIV esta es ya un área
que desde hace tiempo necesita controles reguladores - la necesidad de tales regulaciones
y la vigilancia se solicitan ante la perspectiva de que se necesiten mas mujeres como proveedoras
de óvulos para la investigación en clonación. Nosotros nos contamos entre los
que llevan años pidiendo estas regulaciones y esperamos que esta discusión sobre la clonación
nos permita reenfocar el asunto de la vigilancia de los servicios de infertilidad, en
general. Además, es posible que existan voluntarias altruistas dispuestas a donar óvulos
pero la realidad es que las mujeres con recursos financieros limitados resultarán ser las primeras
proveedoras de óvulos humanos a empresas que ofrezcan lo que parezcan ser
pagos lucrativos. Mas aun, las mujeres que realicen el procedimiento repetidamente, pueden
tener riesgos adicionales que son completamente desconocidos en este momento.
El testimonio reciente de un investigador aseguraba que las células madre podrían ser
capaces de proveer 1,7 millones de terapias por año. Esto requeriría un mínimo de 5-8
millones de óvulos humanos por año, asumiendo una proporción de éxitos optimista de 1
cultivo de células madre por cada 3-5 embriones clonados. Por esto es muy probable que
muchas mujeres tengan que ser donantes repetidas y que habrá una expansión masiva en
el uso de mujeres pagadas como "productoras de óvulos". No sabemos nada sobre el riesgo
para la salud de tales donaciones repetidas.
3. De las consultas realizadas entre los científicos expertos en este campo, hemos llegado
a la conclusión de que existe una gran exageración en lo que se refiere al estado actual
de la investigación sobre células madre embrionarias. Tenemos todavía mucho que
aprender en este campo en potencia tan prometedor, y la moratoria en la clonación de
embriones humanos no detendrá el progreso en las áreas clave. Antes de que continúe
la investigación en la clonación de embriones, se necesita mucha investigación con
embriones humanos para tratar los problemas de la tendencia al cáncer de las células
madre embrionarias y los problemas relacionados con el control de cómo las células
madre se diferencian concretamente en el tejido que se necesita para la terapia.
Científicos reconocidos han afirmado que este trabajo se realiza mejor con células
madre embrionarias estándar.
4. Una moratoria tendrá también importantes implicaciones éticas y legales en lo que se
refiere a la clonación de embriones. Tal y como Andrew Kimbrell apuntó en Febrero,
ante miembros de su grupo, una industria clonando embriones sin regulaciones probablemente
conducirá a modificaciones de la vida inaceptables. La oficina de patentes ha
indicado que la clonación de embriones humanos seria patentable y tenemos que prohibir
la venta de embriones o óvulos humanos necesarios para esa tecnología.
5. Si el Congreso intenta la promulgación de una prohibición efectiva contra la clonación
reproductora humana, es esencial un sistema cuidadoso de control y regulación en la
producción de todos los embriones clonados. Debería también tenerse en cuenta que,
independientemente de que se creen las regulaciones hay tres consideraciones, de aplicación
casi imposible: la privacidad de la relación médico-paciente, la imposibilidad de
distinguir los embriones clonados de los otros embriones y la transferencia rápida de
tecnologías a individuos que podrían funcionar fuera de la jurisdicción de las regulaciones.
6. Aunque hemos defendido las alternativas de reproducción para las mujeres y llevamos
décadas trabajando para mejorar la investigación y el desarrollo de la contracepción, no
creemos que la clonación y los niños manipulados genéticamente, sean extensiones de
las "alternativas de reproducción". No apoyamos esta ampliación de las alternativas de
reproducción a las "modificaciones reproductoras" y creemos que esta tecnología, cuando
pueda ser aplicada sin riesgos, debería estar estrechamente limitada a las enfermedades
asociadas con una probabilidad sustancial de muerte y de incapacidad grave para
el vástago afectado.
7. Necesitamos encontrar medios para apoyar investigaciones sanitarias y médicas, manteniendo
a la vez los programas e intervenciones con valor probado a la hora de salvar
vidas y aliviar el sufrimiento. Necesitamos también reflexionar mas sobre el hecho de
que muchas de las nuevas tecnologías e intervenciones médicas no resultan mucho más
baratas ni mucho más efectivas después de una o dos décadas de uso. Ni siquiera se
hacen más accesibles para aquellos con recursos financieros limitados. En el caso de la
FIV, que ya ha producido casi medio millón de niños, pocas mujeres infértiles con
medios financieros limitados han podido tener acceso a este servicio. Las cuestiones de
justicia y equidad no solo se deben aplican a las tecnologías genéticas sino que necesitamos
tener en cuenta estas preocupaciones cuando establezcamos las prioridades en el
uso de los dólares públicos.
La tecnología de la clonación, igual que muchas otras tecnologías genéticas, necesita
mayor debate y escrutinio público. El público ha comenzado a conocer las posibles ramificaciones
de la revolución genética. Procedamos concienzudamente y deliberadamente,
poniendo en su sitio las regulaciones necesarias y seamos prudentes con las demandas
exageradas de los que tienen intereses. No se debería dejar solo en manos de los científicos
y de las corporaciones de biotecnología la resolución de las cuestiones relacionadas
con temas como patentes, discriminación genética, privacidad genética y protección de
los sujetos humanos en la investigación.
Como sociedad deberíamos decidir si algunas promesas tecnológicas son equilibradas y
tienen una utilidad mínima positiva que sea inextricable de la amenaza de consecuencias
negativas impredecibles. Llevará tiempo promover un debate público con sentido, pero
hacerlo merecerá la pena.
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